Las obras para la instalación de la torre de telefonía en el barrio talaverano del Paredón se reiniciaron este lunes pese a las declaraciones que el concejal de Tecnologías de la Información y la Comunicación y viceportavoz municipal, Santiago Serrano, donde negó a los vecinos la posibilidad de instalación.
En ella sostuvo que “una vez estudiada la ubicación de esta infraestructura la instalación de la estación base de telefonía se ha desautorizado en base al informe técnico que certifica que la parcela en cuestión se haya dentro del sector 39 del PERI “El Paredón” del planeamiento incorporado del POM, que establece que esa zona está habilitada con uso para viviendas, oficinas, garajes, industria y hotelero.
Por tanto el informe establece que no está contemplado en dicha zona el uso de equipamiento por lo que no es autorizable la instalación de dicha infraestructura de telecomunicaciones en esta parcela y consecuentemente que no contará con licencia municipal y por lo tanto el promotor de la instalación tendrá que desinstalar la antena y restaurar la situación a como estaba anteriormente a su instalación.”
Ante este hecho, Ganemos Talavera piden “responsabilidad y capacidad de gestión” al equipo de Gobierno, y que el propio alcalde Jaime Ramos explique a los vecinos qué está sucediendo, por qué se han reiniciado los trabajos, si es cierto lo que su viceportavoz mantuvo hace escasos días ante los vecinos; y que se explique de manera diáfana y definitiva lo que está ocurriendo, y si es preciso se paralicen por vía administrativa los trabajos en la antena de telefonía que debería ya estar desmontada.
Ganemos Talavera pide, también, “una vez más”, respeto para los vecinos del Paredón de los Frailes. Y aseguran que “una acción de gobierno débil como la del cada día más inestable e incongruente equipo de Jaime Ramos no puede servir de excusa para que se incumpla la ley, y para que por la vía de los hechos consumados se quiera implantar una infraestructura no programada ni contemplada urbanísticamente, y que cuenta con el rechazo frontal de los vecinos”.