Redacción La Voz del Tajo | Sábado 18 de agosto de 2018
Durante el verano solemos prescindir de ciertos alimentos que son indispensables en nuestra alimentación y constituyen la base de una dieta saludable y equilibrada. El pan, por ejemplo, tiende a restringirse y muestra de ello son los datos de consumo que presentó ASEMAC y entre los que se desveló que se come 2,5% menos respecto a 2016.
DESMONTANDO MITOS
La harina de trigo apenas contiene grasa, por lo que el contenido graso del pan es muy bajo (entre 1 y 3 gramos por 100 gramos, dependiendo del tipo de pan).Las kilocalorías son casi iguales entre el pan blanco y el pan integral. Respecto a la fibra, las guías alimentarias aconsejan que la ingesta diaria esté entre 25 y 30 gramos, ya que 100 gramos de pan blanco e integral aportan 3,5 y 7,5 gramos de fibra respectivamente. Además, si tomamos como referencia la última encuesta elaborada por Pan Cada Día, vemos que casi un 34% de la población aún piensa que el pan engorda y casi un 40% que el pan blanco aporta más calorías que el integral.
Al consumir pan, ingerimos diversos nutrientes que contribuyen a mantener nuestra salud y bienestar, así como a equilibrar nuestra dieta. Concretamente, este producto, constituye una fuente importante de hidratos de carbono, siendo su componente más abundante el almidón, que proporciona al organismo parte de la energía que necesita. También, aporta una cierta cantidad de proteínas de origen vegetal, así como vitaminas hidrosolubles del grupo B y minerales como el fósforo, el magnesio y el potasio, además de hierro, calcio, yodo y zinc. Y todo esto, a partir de una de las formulas alimenticias más sencillas que se conocen: harina de trigo, agua, levadura y sal.
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