NACIONAL

El director de AEPLA sobre la proliferación de vegetación en Talavera: “De aquellos polvos, estas malas hierbas”

Carlos Palomar, director general de AEPLA
Redacción La Voz del Tajo | Miércoles 18 de julio de 2018
Artículo de opinión de Carlos Palomar, director general de la Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas (AEPLA) sobre la situación de las 'malas hierbas' en Talavera de la Reina:

Cuando la política se hace en contra de la evidencia científica se toman decisiones que al final perjudican al ciudadano. Hace un tiempo, el Ayuntamiento de Talavera decidió prescindir del uso del glifosato, una sustancia activa herbicida de amplio espectro usado desde hace más de 40 años.

El Ayuntamiento tomó esta decisión bajo la presión de grupos activistas con interés en imponer sus posicionamientos ideológicos, argumentando que podía resultar perjudicial para la salud de las personas.

El efecto de aquellas decisiones se está viendo ahora, cuando las malas hierbas se reproducen y colonizan de forma implacable la ciudad. Se convierten así en un asentamiento perfecto para todo tipo de plagas de insectos y roedores y un punto de acumulación de basura. ¡Ahora sí que puede haber un problema de salud pública! Por no mencionar el levantamiento de aceras, señales y todo tipo de mobiliario urbano y el gran coste que supone su reparación para los vecinos, como contribuyentes.

Frente a la ausencia de glifosato, otras soluciones como la eliminación manual o mecánica se están mostrando claramente insuficientes, ineficaces y altamente costosas en términos económicos para los vecinos de la ciudad.

El argumento era el supuesto potencial efecto sobre la salud de esta sustancia activa. Sin embargo, en este tiempo, autoridades competentes de la Unión Europea, como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Agencia Europea de Mezclas y Sustancias Químicas (ECHA), han avalado la seguridad del glifosato de acuerdo a los usos para los que está destinado. Tanto es así que la Comisión Europea ha renovado la autorización a esta sustancia.

En municipios como Rota (Cádiz), Cabanillas (Guadalajara) y Laguna del Duero (Valladolid), o la propia ciudad de Sevilla que tomaron en su momento la decisión de prescindir del glifosato, han vuelto a su utilización como herramienta esencial para el control de las malas hierbas.

El Ayuntamiento tiene ahora la oportunidad de mostrar coherencia con las autoridades científicas competentes, EFSA y ECHA, y el aval de la Comisión Europea y las Autoridades Nacionales y recuperar su uso. Ignorarlas sería gobernar arbitrariamente y en contra de los intereses de sus propios ciudadanos.

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