Si la semana pasada les hablábamos de la desidia que está demostrando el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Talavera, a pesar que sus acólitos siguen aplaudiendo hasta dolerles las manos esa inacción, siete días después la realidad vuelve a dar la razón a las críticas que recorren cada calle respecto a la gestión de Jaime Alberto Ramos Torres. Ese alcalde que sigue estando más pendiente de las fotos y de aparecer ‘aunque sea discretamente’ en los murales cerámicos que –muy acertadamente– se están instalando por la ciudad.
Resulta que los estanques de La Alameda y El Prado, los dos grandes parques de Talavera de la Reina, se han llenado de podredumbre y en esta ocasión ya no se le puede echar la culpa a los incívicos sino al propio Consistorio que ha visto, como todos los demás hemos comprobado, que las algas se han apoderado de las aguas que allí se vierten y –por consiguiente– nos muestran una imagen más que indeseable a los propios y a los ajenos.
Es de esperar que éstas no sean la fotos que se lleven a la próxima FITUR porque, si no, sólo tendremos turistas ecologistas con pancartas por nuestros parques (y con razón).
Pero no queda ahí la cosa porque en esta redacción, a la que se le mide todo (será porque mucha más gente de lo que parece está pendiente de lo que aquí se publica), hemos tenido noticia sobre los efectivos de Policía Local que recorren las calles talaveranas los sábados por la noche: una sola patrulla, aunque el concejal delegado del área –Jonatan Bermejo– nos haya asegurado que también está operativo el dispositivo de atestados y un vehículo de mando que puede ser complementario a esa patrulla.
Pero, imaginen por un momento que ocurre algo en Gamonal El Casar de Talavera, Talavera la Nueva, el Polígono Torrehierro o las inmediaciones de nuestro casco urbano (más incluso con la riada de circunstancias que últimamente nos da el tren). Y, además, con la vorágine del verano se produce un altercado en una terraza u ocurre un desgraciado suceso, como acontecía días atrás, en ese mismo momento. ¿Qué pasaría? Pues que estaríamos desatendidos.
¿Creen ustedes que una ciudad de más de 80.000 habitantes, más el flujo de la comarca en época estival (añadidas las vacaciones de los propios policías locales) puede ser atendida por una sola patrulla en la noche de los sábados?
Ahora también tendrán La Voz del Tajo y quien suscribe la culpa de exponer la verdad a los talaveranos.
Cuando el síndrome del mal estudiante, como nos está demostrando el señor Ramos cada año, se produce lo normal es que el suspenso esté asegurado.
Y lo peor no es que él suspenda, que al fin y al cabo cobra todos los meses lo haga bien, mal o regular. Lo verdaderamente indignante es que se esté riendo en la misma cara de los talaveranos y algunos aún lo tomen en serio.