Irene González Moreno | Miércoles 30 de mayo de 2018
La V Liga de Fútbol Sala Ciudad de la Cerámica vivió una jornada final para el recuerdo, con la disputa, en la matinal del pasado sábado en el Polideportivo Puerta de Cuartos, de las cuatro finales en las categorías de Educación Especial, Pre Benjamín, Benjamín y Alevín en las que se han repartido los veintisiete equipos de los quince centros que han luchado este año por el título de campeón. Y lo han sido Madre de la Esperanza, Cristóbal Colón, por partida doble, y Fernando de Rojas, todos ellos tras unas emocionantísimas y espectaculares finales en medio de un extraordinario ambiente en las gradas, por el numeroso público que no quiso perderse el desenlace de la competición, por un lado, y por la pasión con la que siguió las evoluciones de los chavales, por otro.
Los pre benjamines de Colón y Milagrosa regalan el partido del año
Un clima de éxtasis y emoción que alcanzó su cénit con el último partido de la mañana, el que enfrentaba a los Pre Benjamines de Cristóbal Colón y La Milagrosa, saldado a favor de los primeros tras un trepidante partido, con continuas alternativas en el juego y el marcador, que acabó con empate a cinco, por lo que tuvo que decidirse desde el punto de penalti ya en la ronda de muerte súbita, después de igualar a uno en la primera tanda de tres. Un final de infarto que agrandó hasta el extremo los sentimientos de triunfo y derrota de vencedores y vencidos, y que al tiempo provocó emocionantes escenas de deportividad tanto en las gradas, con ovación cerrada a los perdedores, como en la cancha, con el consuelo de los triunfadores hacia unos compañeros que lloraban su fatal destino en el dramático desenlace. Aunque hablar de perdedores en esta competición, y más en concreto en este partido, no sería acertado ni justo, pues absolutamente todos fueron, al tiempo, aprendices y maestros de una aleccionadora experiencia de la que puede que ahora no sean muy conscientes, pero que a buen seguro sabrán sacar una lectura positiva para el futuro. Un 10 para los campeones… un 11 para los finalistas, especialmente por la emocionante reacción de sus entrenadores y familiares, que con sus fervientes y conmovedores ánimos hacían difícil adjudicarles el triunfo o la derrota.
Madre de la Esperanza ‘A’ reedita su título de campeón
Antes, en el encuentro que abría el programa, Madre de la Esperanza ‘A’ y Bios reeditaban la final del año pasado. Las fuerzas de ambos parecían ajustadas antes del choque, tras la imponente victoria del aspirante en semifinales ante Atandi, el único conjunto, por cierto, capaz de derrotar a los campeones en las últimas dos ediciones. De hecho, los verdes empezaron golpeando primero (7’) tras un trepidante inicio de partido que aventuraba un marcador cargado de goles, como finalmente sería. No le duraría mucho la alegría al Bios, pues un minuto después el favorito pondría las tablas en el electrónico, un golpe tras el que aún sin reponerse volvió a encajar el segundo de un Madre de la Esperanza ‘A’ ya lanzado, que no suele ceder cuando lleva la iniciativa del marcador. Aun así, el Bios no perdería nunca la cara al partido, y a pesar de encajar el tercero mediada la primera parte siguió llevando el peligro a la portería rival. No logró mejor premio porque el cancerbero del ‘Equipo A’ de Madre de la Esperanza cuajó una magnífica actuación, abortando una y otra vez las embestidas rivales con brillantes intervenciones. Tras el descanso, y a dos minutos de la reanudación, la insistencia y buen juego del Bios tuvo por fin justo premio con un 3-2 que daba una dosis extra de emoción a una final de altura. Al ligero dominio de Madre de la Esperanza respondía el Bios con peligrosas contras, hasta que sendos tantos del vigente campeón (33’ y 34’) liquidaban la final. No obstante, el Bios siguió intentándolo con escaso éxito para su ímpetu y sus méritos, pues encajó el sexto a falta de siete minutos, antes de que el aspirante diera brillo a su magnífico curso con un meritorio y decoroso 6-3.
El Colón, campeón en Alevín
Acto seguido correría el turno de los Alevines, con una final que repetirían luego los Pre Benjamines, en esta ocasión con un guión parecido y un desenlace similar. El encuentro, aunque tremendamente equilibrado, siempre pareció inclinado levemente a favor de los descubridores, muy serios en defensa e incisivos en ataque. Aunque La Milagrosa llevó la iniciativa gran parte del partido, sus ataques acabaron muriendo siempre en la línea de fondo o abortados por un inconmensurable portero rival, protagonista posiblemente de la mejor actuación bajo palos de la competición. Tras una primera parte sin goles, a los tres minutos de la reanudación llegó el primer zarpazo del Colón. A partir de ahí La Milagrosa lo intentó por todos los medios, pero no obtuvo premio a pesar de merecerlo. Cuando más empujaba en pos de la igualada encajó el segundo a falta de cinco minutos. No bajó los brazos y apeló a la heroica en busca de un milagro que nunca llegó, ante un rival que sustentó su triunfo en su oficio, el equilibrio ataque-defensa y un portero en estado de gracia.
Fernando de Rojas, campeón imbatido en Benjamín
De haber ganado en categoría Benjamín, el Cristóbal Colón habría hecho un histórico “tres en raya”. No lo consiguió, aunque no anduvo lejos. Su rival, el Fernando de Rojas, no estaba por la labor y pareció finiquitar la final en una primera parte demoledora, con un contundente 3-0 tras los primeros 20 minutos. El descanso pareció cambiar los biorritmos de unos y otros. Un rápido 3-1 nada más empezar la segunda mitad dio vida a un partido que por momentos se volvió loco, de ida y vuelta. El cambio de golpes y el ritmo elevado favorecía al que nada tenía que perder. Fruto de ese ‘cara y cruz’ al Colón le salió cara a falta de siete minutos para la conclusión. De nuevo se disparaban la emoción en las gradas y la tensión en la cancha. El griterío en el pabellón era ensordecedor. El diapasón duró dos jugadas, 60 segundos, los que tardó el Rojas en volver a poner las cosas en su sitio con el 4-2. Los del Colón agachaban la cabeza, el Rojas, único equipo invicto de la competición, brindaba su triunfo a una grada teñida de rojo, tan animosa como deportiva. No tardaron mucho los subcampeones en sobreponerse del disgusto, pues cinco minutos después ya estaban animando a los suyos desde la grada en el último partido de la mañana, el mejor de las dos últimas ediciones, el encuentro interminable, el de los gigantes pre benjamines…
La entrega de trofeos puso brillante broche final a la edición más emocionante de la Liga Escolar de Fútbol Sala, organizada por segunda edición consecutiva por CDB Ciclismo Formación bajo la dirección de Jaime Gutiérrez Garzón. Una ceremonia que contó con la presencia de la concejala de Educación, María Victoria González Vilches, e Iván Grajera, director gerente de Ébora Formación y mecenas de la competición, que entregaron a vencedores y participantes los preciosos trofeos y placas de cerámica que un año más han corrido a cargo de Área 20.
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