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RETRATOS CON ALMA | José María Gómez Gómez, una vida entre libros

Irene González Moreno | Lunes 28 de mayo de 2018

Cuarenta años. Cuarenta años lleva José María Gómez viviendo en Talavera de la Reina. Y no ha pasado un solo día que no haya escrito algo, un artículo o un poema, expresión de su amor (yo diría devoción) hacia nuestra ciudad. Testigo: las páginas de este semanario. La Voz del Tajo ha sido la voz de José María Gómez, como suya ha sido la Voz de las Mondas durante más de veinticinco años... y la Voz del Instituto Padre Juan de Mariana y de la UNED, dónde ha sido por excelencia el Profesor de Literatura en Talavera de la Reina.

Por causas como las referidas, con todo su honor, fue distinguido Premio Ciudad de Talavera en la modalidad Identidad Local y Comarcal... porque lo merecía.

Mientras tanto, en nuestra España era elegido Gran Maestre del Capítulo de Isabel la Católica, Presidente de la Academia de la Hispanidad y castellano-manchego de Honor por la Casa de Castilla-La Mancha en Madrid. Siempre exportando el ocre y el azul, la Historia de Talavera y sus tierras allende nuestras fronteras más chicas.

Es Miembro de la Real Academia de Toledo, de la Academia de Artes e Letras de Lisboa, de la Real Sociedad Palosfila Pinzoniana de Palos de la Frontera... y recientemente ha sido elegido Escribano de la Cofradía Internacional de Investigadores y del Instituto de Estudios Históricos Pío IX de Roma. Ante todo esto, ¿qué más podríamos decir de José María Gómez Gómez? Que es buena persona, amigo de sus amigos y colaborador en todo lo que se le pide, siempre está dispuesto, sin dilación.

La captación de su imagen por Valeria Cassina no podía ser sino entre libros, porque ‘Chema’ lleva toda una vida entre ellos devorando páginas sin descanso. Así es él, sin recodos, a no ser los de su laberinto...
Ante todo, es –como ya hemos dicho– un enamorado de la Ciudad de la Cerámica y prueba de ello es el final de uno de sus sonetos a TALAVERA que reproducimos...

El tiempo dispersó tus monumentos.
Desbarató la incuria los cimientos.
Pero tu amor me obliga y me exaspera.
Y aunque me duela el alma de pensarte
y me sangren los ojos de mirarte,
te seguiré soñando, Talavera.


Texto: Alberto Retana.
Fotos: Valeria Cassina.

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