Un año después de que publicásemos el reportaje ‘talavera...se rompe’, el estado de la ciudad no parece haber sufrido grandes cambios. Aceras levantadas, bordillos rotos, planchas de acero que cubren agujeros, pavimento desgastado.... son algunos ejemplos del lamentable estado en el que se encuentra la Ciudad de la Cerámica.
Por supuesto no todos los barrios se encuentran en igual estado, ni todas las carreteras de la ciudad de la cerámica están intransitadas, pero gran parte de ellas ofrecen una imagen que no es la más idónea, tanto para los vecinos como para los turistas (en pocos días seremos el centro de atención por las ferias de San Isidro).
El malestar por el estado de la ciudad queda constancia en nuestras fotografías, unas imágenes que reflejan el malestar vecinal (solo hay que leer las denuncias en las redes sociales). Pero no solo lo notan los vecinos: los profesionales del volante, que recorren la ciudad constantemente, saben dónde tienen que estar preparados para evitar baches.
En los últimos días las críticas por la gestión del Gobierno municipal se ha incrementado. El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, José Gutiérrez, lamentaba que el alcalde Jaime Ramos “no soluciona el lamentable estado de la mayor parte de las calles, plazas, aceras y pasos de peatones, o la no menos penosa imagen de los Jardines del Prado, emblema de la ciudad”.
Gutiérrez denunciaba también el rechazo de la moción presentada por su Grupo Municipal en la que se pedía un plan integral de asfaltado (valorado en seis millones) en todos los barrios. “Ya que no hay ninguno en el que se pueda pasear sin meter el pie en un socavón o atravesar un paso de peatones lleno de grietas, o una acera con problemas de accesibilidad, por el deterioro que presenta”, denunciaba.
Por su parte, el concejal Economía y Hacienda, Arturo Castillo, recordaba los tres lotes de asfaltados concluidos en la avenida de Francisco Aguirre, Alfonso XI, Vicente Leiva, y en la calle Ferrocarril y aledañas. Castillo reconocía justificaba la escasa inversión realizada en estos siete años de gobierno del PP en asfaltado y acerados por la herencia dejada por los socialistas en 2011 con un “remanente de tesorería negativo 10 millones de euros”.
Lo que está claro, a juzgar por las imágenes, es que Talavera necesita algo más que un “lavabo de cara” para lucir como se merece.