Redacción La Voz del Tajo | Sábado 31 de marzo de 2018
La Semana Santa de Gálvez concluirá el recogimiento y devoción de estos días de cuaresma con la tradicional fiesta de “los arcos” que los quintos y quintas, “desde hace un siglo o más”, según cuentan nonagenarios de la localidad, elevan con sus propias manos en el centro del municipio toledano. La tradición de “los quintos” continúa así en Gálvez aún desaparecido el servicio militar, pues son estos jóvenes que cumplen sus 18 años los que se han ocupado, año tras año, de perpetuar antiguas tradiciones, como la de “los arcos” en Semana Santa.
“Los arcos”, una estructura elevada con doce postes que conforman en su interior un habitáculo de cerca de cincuenta metros cuadrados, es forrada con romero y otras hiervas aromáticas de Los Montes de Toledo, hasta recrear en su interior un bello espacio a la altura de “El encuentro” del Domingo de Resurrección, donde la Virgen de los Dolores, patrona de Gálvez, se encontrará con su hijo Jesús resucitado. Unos “arcos” que se construyen durante el sábado y se engalanan durante la madrugada del domingo por los quintos y sus familiares con los mejores mantones y bordados.
Los tronos de La Virgen y Jesucristo serán portados el domingo por los quintos y demás fieles de Gálvez desde la Ermita e Iglesia respectivamente y solo al mediodía, posterior al prendimiento y quema del Judas (un muñeco de paja a tamaño real, también hecho por los quintos y quintas), miles de galveños y visitantes disfrutarán del bello y tradicional espectáculo de “los arcos” de resurrección. Una tradición que se perpetúa a lo largo de los años y que une a miles de galveños y cada vez más visitantes el Domingo de Resurrección.
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