María Arriero Espinosa | Sábado 03 de marzo de 2018
El día 3 de marzo se celebra el Día Mundial de la Naturaleza. Esta fecha sirve para alabar la belleza y la variedad de la flora y la fauna salvajes, así como de crear conciencia acerca de la multitud de beneficios que la conservación de estas formas de vida tiene para la humanidad. Una buena forma de conservación y que todos nosotros podemos practicar es el reciclaje.
Reciclar es una de las actividades cotidianas más gratificantes que podemos llevar a cabo cualquier miembro de la familia, incluso el más pequeño. Reducir, reutilizar y reciclar son las tres acciones básicas para reducir la contaminación que daña nuestro planeta. Todas las ciudades y pueblos disponen de contenedores donde podemos introducir cada residuo -ya sea orgánico, papel, plástico o vidrio-. También existen puntos limpios donde llevar objetos como electrodomésticos o maderas. Si eres de los que todavía no lo hace, aquí te traemos algunos motivos importantes para comenzar a poner en práctica la regla de las tres “R” –reducir, reutilizar y reciclar-.
AHORRAMOS ENERGÍA
Si reciclamos, reducimos el trabajo de conseguir y tratar las nuevas materias primas, lo que conlleva una reducción del consumo energético. Además, a través del reciclaje se crean nuevos productos y éstos necesitan menos agua y energía, y generan menos contaminación durante su proceso de elaboración. A menor consumo de energía, menos CO2 y menos efecto invernadero. Por lo que, algo tan simple como separar los productos y depositarlos en su contenedor correspondiente, supone contribuir en la lucha contra el cambio climático.
CREAR PUESTOS DE TRABAJO
Aunque no lo creas, reciclar en casa supone la creación y mantenimiento de multitud de puestos de trabajo, porque el proceso de reciclaje de residuos necesita de empresas y personas trabajadoras que recojan los distintos materiales y los clasifiquen. En España disponemos de Ecovidrio y Ecoembes- la primera se encarga de la gestión del vidrio, mientras que la segunda se ocupa de los plásticos, latas y briks-.
SEGUNDA VIDA
Siempre que puedas, evita comprar artículos desechables –como pueden ser vasos y cubiertos de plástico- y decídete por productos reciclados, ya que en su producción, se ha reducido el número de emisiones contaminantes.
Si eres una persona muy original y creativa, puedes dar un nuevo uso a objetos cotidianos en vez de deshacerte de ellos. Darlos una nueva vida supone, por un lado, que no contaminarás con los residuos, y que no consumirás un nuevo producto para satisfacer esa necesidad –con lo que también ahorrarás dinero-.
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