María Arriero Espinosa | Sábado 17 de febrero de 2018
El teléfono móvil se ha convertido en una prolongación de nuestro cuerpo y cada vez son menos los instantes del día en los que nos encontramos separados de él. Lo usamos para todo: hablar con nuestros seres queridos, buscar recetas en internet, realizar compras y, sobre todo, para consultar las siempre activas redes sociales. Se habla de adicción al móvil, pero en realidad y como señala el psicólogo Eparquio Delgado, el teléfono es tan solo una herramienta, no un fin. Por lo tanto, a lo que nos enganchamos no es al continente –el teléfono móvil-, sino al contenido que consultamos o las conversaciones que estamos teniendo.
Olvidar el móvil en casa puede provocar en muchas personas una ansiedad incontrolable y es que muchos expertos sobre el tema consideran que la adicción al móvil –y más concretamente a las redes sociales- es similar a la sensación que provoca el consumo de drogas como la cocaína o el éxtasis.
¿QUÉ PUBLICAMOS?
Nos interesa que la gente sepa a cada instante lo felices que somos y lo bien que nos va la vida, por eso en las redes se suelen publicar sólo los momentos positivos de nuestro día a día. Cuando viajamos a algún lugar especial, en vez de disfrutar del entorno que nos rodea y de la compañía, nos pasamos la gran parte del tiempo tomando fotos o vídeos que posteriormente compartiremos con nuestros amigos virtuales. También es típico realizar decenas de fotografías a la comida hasta encontrar la imagen “perfecta” para añadir a nuestro perfil.
SÍNTOMAS DE ADICCIÓN
Todas estas acciones pueden indicar que no solo publicas por gusto, sino porque tu cuerpo te lo pide y necesitas hacerlo. Si pasas más tiempo en el trabajo, en el instituto o en una reunión familiar pendiente de las redes que de tu entorno, obviamente estás viciado al móvil.
También puedes tener adicción si continuamente compruebas si tienes alguna notificación nueva, aunque no esperes ninguna llamada importante –mirar el móvil varias veces en un minuto es algo muy habitual en estas personas-. Un estudio realizado por investigadores de la ONG Common Sense Media contempla datos alarmantes: casi el 80% de los jóvenes admitió que revisaba o comprobaba sus notificaciones en el móvil cada hora como mínimo y el 72% confirmó sentir la necesidad de responder a los mensajes recibidos en redes sociales casi inmediatamente después de haberlos recibido.
HACER UN BUEN USO
Es importante controlar y evitar este tipo de comportamientos y aprovechar todo lo que nos ofrecen las redes sociales con moderación. Lo ideal sería tener el móvil apartado durante los encuentros sociales para evitar “tentaciones” -y disfrutar de la compañía de personas reales- y apagarlo durante las noches para descansar sin interrupciones.
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