OPINIÓN

Seguiré siendo abstencionista

Ignacio Rodríguez

Irene González Moreno | Miércoles 23 de abril de 2014
He de reconocer que pese a tener decidida mi no comparecencia en las urnas el día 20, me tragué todo el ‘cara a cara’ entre Rajoy y Rubalcaba, incluso hasta algunas de las tertulias televisivas posteriores.

En ninguno de los casos me han hecho cambiar de opinión. Los dos primeros porque pese a las formas -el más educado y correcto de todos, dicen- resultó insulso y vacío de contenido para mí. Lo digo, porque los dos candidatos obviaron sibilina y desintersadamente una de las cuestiones que más preocupa: la reforma de la Constitución. Una cuestión trascendente para el futuro democrático de España, pese al leve toque de Rubalcaba con las diputaciones. Nada de ‘ná’ cuando ambos conocen donde está el verdadero agujero de este país: en las Autonomías. Rubalcaba perdió la gran ocasión de remontar el partido que el CIS le da perdido por goleada. Con tan sólo haberse comprometido a eliminar la dualidad de competencias, de cargos, asesores, funcionarios y decir que ‘si gano’ la Educación y la Sanidad serán competencia exclusiva del Estado, se habría acercado en el marcador; y sin tocar al Senado. Pero no, no le interesa a ninguno de los dos porque hay que colocar y colocar amigos. Allá ellos; ninguno contará con mi voto, porque ninguno tiene soluciones para este país, necesitado de un gran pacto de Estado. Un país que depende única y exclusivamente de Alemania y de la UE. El caso más reciente lo ofrece Italia con un gobierno de derechas y aquí seguiremos dependiendo de las decisiones alemanas con otro del mismo signo. Rajoy será presidente porque Zp y los Mercados -especuladores de acogotar a los más débiles- lo quieren, pero seguiremos en manos de los dos mucho tiempo. No votaré, porque que yo sepa también es un derecho.

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