OPINIÓN

Las flechas de la suerte

Salvador Aldeguer

Irene González Moreno | Miércoles 23 de abril de 2014
La semana pasada pasamos de puntillas por el particular y nostradámico ‘oncedeloncedelonce’, el día en que, según los que ven más allá que el resto de los mortales, el planeta iba a pegar un pelotazo a las 11:11:11, y el día en que, según los que no ven por un problema oftalmológico, te podía caer una pasta gansa gracias a un megacuponazo.

La cuestión es que una semana antes del día D y la hora H, el cupón de la O.N.C.E se había agotado prácticamente en todo el territorio nacional. El país vivió una jornada que recordaba en todos sus preliminares a la del Gordo de Navidad. Los informativos ofrecían los datos de las pocas localidades en las que aun se podía adquirir el cuponcito en cuestión, y la revolución de la fecha cabalística se extendió hacia las administraciones de lotería y en un periquete se agotaron los décimos acabados en 11. Y comentando la jugada con mi amigo Javi, al calor de un cortado descafeinado en la barra de su excelente Posada de Bayuela, caímos en la cuenta de que los avatares numerológicos abarcan un campo infinito que no se estanca en la fecha de marras de noviembre. Hace meses que, por ejemplo, se agotaron los décimos con ¡la fecha de nacimiento de Mourinho!, por lo visto, la pasión por el azar, riza el rizo y se convierte en una apuesta no sólo por que te toque un pelotazo de euros, si no que además, por que ese golpe de suerte coincida con las fechas que por una u otra razón, muchas de ellas surrealistas, han supuesto algún tipo de alegría para el jugador. Así las cosas, se barajan cifras conmemorativas de la República; del nacimiento de algún pariente; de la caída de una dictadura; de los tiempos de Fernando Alonso en el circuito de Abu Dabi; de una perdida de virginidad; del número de veces que dijo Rajoy la palabra ‘insidia’ en el debate; del número exacto de veces que en el mismo debate pestañeó Rubalcaba; de la celebración de la ida del partido del siglo; o del número de anunciantes que abandonan La Noria. ¡Números, números y más números! Todos queremos darle esquinazo a la crisis acertando la combinación ganadora, y por si esto fuera poco, además queremos vincularla a una fecha en concreto, para confirmar nuestras sospechas de que si no teníamos la suerte de nuestro lado, al menos, sí estaba escrito en nuestro destino, en el calendario de nuestros personales regodeos. Puntuales a la cita, cada año antes, llega el tornado de papeletas, participaciones con rifas de imposibles cestas navideñas, pedreas y anhelos con una misma terminación: la de dejar de currar. ¡Hagan juego! Porque al paso que vamos, acabaremos tomando las doce uvas la noche más saludable de todo el año: la del 22 de diciembre.
Manzana – S.
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Monkey Business.
¿Y si NO cae aquí? ¿Eh?

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