OPINIÓN

El Club de la Serpiente

Víctor Borreguero

Redacción La Voz del Tajo | Miércoles 23 de abril de 2014
“En nuestros locos intentos, renunciamos a lo que somos por lo que esperamos ser”, es frase de Shakespeare, un inglés de hace cuatrocientos años.

Te lo recuerdo, lector amigo, en la última semana del delirio nacional: la del “todos a por todas”.

Se sabe que si seguimos haciendo lo que estamos haciendo seguiremos consiguiendo lo que estamos consiguiendo, pero ¿quién es capaz de poner el cascabel al gato? (El gato es España, lo que queda de ella, ya saben)
¿T has preguntado alguna vez por qué “Rayuela” es lo que es. Mira, si comienzas a leerla donde se debe comenzar, un combate en campo amigo. Si la inicias en la página 73, un mundo de loca cordura: te metes luego en la página 1, luego te vas a la 2, a la 116, pasas por la 3, la 84, la 4, la 71, la 5, la 81 (todo está indicado en el libro) y así hasta convertir la lectura de un texto en la aventura de un pretexto. Rayuela, la gran novela Cortázar, hace cosquillas en el plenilunio del alma. Es la vida de un argentino en París y su relación que con la Maga y un grupo de amigos que forman el Club de la Serpiente.

Como si en Rayuela, en esta semana no hablaré del Gobierno y de su club de la serpiente. Que, al fin y al cabo, la rayuela es un juego inspirado en La divina comedia de Dante: nueve casillas entre el  purgatorio y el paraíso, el jugador a la pata coja empujando la piedra de su alma... El juego del “avión” en Valladolid, del “cascayu” en Asturias, del “infernáculo” en Teruel, de la “muñeca” en Madrid, en Talavera no sé, preguntaré a Gonzalo Lago que para eso es el alcalde, ¿el tejo, el tocaté, el truquemé…?
El próximo domingo será el gran día de la fiesta ciudadana. Lo importante no es vivir la vida, sino saber cómo vivirla. ¡Olvídate del club de la serpiente, lector amigo!

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