María Arriero Espinosa | Sábado 20 de enero de 2018
Las vacaciones de navidad suponen un parón importante –y a la vez muy deseado- para los más pequeños de la casa. Durante esas semanas, los niños adoptan un horario distinto a su rutina, en el que se despiertan tarde, pasan el día jugando o realizando las actividades que ellos prefieran, y no suelen tener una hora fija para irse a dormir.
El problema viene cuando regresa la rutina y deben volver a las clases. Los primeros días suelen ser los peores para los pequeños, ya que les cuesta volver a adaptar su ritmo de vida a los horarios impuestos por los colegios. Para que los alumnos sufran lo menos posible con este fin de vacaciones, los adultos les pueden “echar una mano” con una serie de normas o reglas.
CONTROLAR LAS HORAS DE SUEÑO
Durante los primeros días, los niños se despertarán muy cansados, ya que no están acostumbrados a madrugar y se encontrarán más cansados durante todo el día. Para ello, es recomendable “obligarles” a dormirse pronto aunque no tengan mucho sueño para que, a la mañana siguiente, se despierten bien descansados.
Si quieres conseguir que al niño no le cueste mucho levantarse, es aconsejable imponer un horario de sueño, en el que el pequeño se duerma y se despierte a la hora decidida para que todos los días efectúe un correcto descanso. Es importante no saltárselo muy a menudo –por ver alguna serie o programa de televisión- para no alterar demasiado las horas de sueño.
DEBERES AL DÍA
Al regresar a la rutina, regresan con ella los deberes y las tareas para los pequeños. Para evitar saturaciones y que se pase toda una tarde realizando estos trabajos, se aconseja organizar la tarea de modo que se realice en orden de entrega y controlando que, en un mismo día, el pequeño no pase demasiadas horas sentado con ello –sobre todo al principio, ya que se cansará antes y lo hará con desgana y sin concentrarse-. Otro truco es alternar materias que le gusten con otras que no, así se le hará más amena la tarde y no dejará para el final todo lo que le desagrade.
TIEMPO PARA JUGAR
No todo va a ser trabajar. Después de un largo día de colegio y de deberes, los pequeños deben tener tiempo suficiente para descansar y desconectar jugando. Esto es muy importante, sobre todo durante los primero días, ya que echarán más en falta estos momentos de diversión.
Los pequeños agradecerán la participación de sus padres o hermanos en estas actividades, ya que durante las navidades, los familiares compartieron gran parte de su tiempo jugando con ellos y desearán repetir esos momentos.
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