María Arriero Espinosa | Sábado 13 de enero de 2018
Como cada año, nos viene a la mente multitud de propósitos a cumplir para tener un mejor año y, según van pasando los meses, estos deseos van desapareciendo de nuestros hábitos de vida.
¿Hay algo más típico que las cenas de navidad en familia, los regalos de Reyes o el roscón de nata? Sí, los propósitos para el año nuevo. Como cada enero, nos planteamos una serie de cambios en nuestra vida para mejorar el año que estamos iniciando. La mayoría de estos deseos –por no decir todos- desaparecen a los pocos meses o los vamos descuidando con el paso de los días. Pero no nos rendimos, y al año siguiente nos los volvemos a proponer, con la esperanza de que esta vez sí los podamos lograr.
DIETA Y EJERCICIO
El propósito para el año nuevo más repetido es ponerse en forma. Conscientes de los “kilitos” de más que la mayoría hemos cogido durante las vacaciones invernales, nuestras básculas nos recuerdan que debemos mejorar nuestros hábitos alimenticios y realizar una mayor cantidad de ejercicio físico.
Enero es el mes por excelencia de los gimnasios abarrotados y el lunes después del día de Reyes, el día de inicio de las dietas. Pero estos buenos hábitos no nos duran mucho tiempo, ya que solo entre el 20 y 30 por ciento de los inscritos a los gimnasios en enero acuden durante el resto del año.
DEJAR DE FUMAR
En cuanto a salud se refiere, es muy recurrente también el propósito de dejar el tabaco. Suele pasar que inicias este cambio en tu vida con mucha motivación, sabiendo que estás haciendo lo mejor para tu salud, pero, si no mantienes ese ánimo, es muy fácil volver a caer en el vicio. Para ello, es recomendable no dejar de fumar “de golpe”, sino ir bajando progresivamente la cantidad de cigarrillos diaria hasta que te sientas capaz de pasar días sin fumar.
TODOS TENEMOS PROPÓSITOS
Dejando a un lado los más populares, muchos de nosotros nos habremos planteado otros diferentes, como viajar más, pasar más tiempo con la familia, esforzarnos más en los estudios o aprender algún idioma. Estos también son muy importantes, ya que no solo nos afectan a nosotros, sino al entorno que nos rodea, por lo que nos puede resultar más difícil realizarlos, ya sea por falta de tiempo o porque damos prioridad a otros asuntos de la vida.
PUEDES LOGRARLOS
Son numerosos estudios los que nos recuerdan que nuestros propósitos se quedan solo en palabras y no en hechos, ya que solo el 8% de la población logra cumplirlos durante todo el año. Si quieres estar dentro de este mínimo sector de la población, márcate unos objetivos a tu alcance y esfuérzate por conseguirlos –es recomendable marcarse unas “pequeñas metas” que ir superando hasta llegar a tu objetivo para motivarte-, y este año sí que lograrás tus propósitos.
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