REGIÓN

La importancia del agua: Pequeños gestos para ahorrar agua

Si incorporas a tus hábitos de consumo unas sencillas pautas de comportamiento estarás fomentando el uso racional y el ahorro del agua.

María Arriero Espinosa | Domingo 24 de diciembre de 2017

Cuando hablamos de derroche no solo tenemos que pensar que es dejar el grifo abierto y que corra el agua, ya que hay otras acciones cotidianas que ahora nos van a llevar a implicarnos más. Ahora más que nunca toca concienciarse y evitar malgastar el líquido vital para la vida.


EN CASA

Ahorrar agua en el hogar no es sólo importante para nuestro bolsillo, sino principalmente para realizar un consumo sostenible de los recursos del planeta, cada vez más escasos. Todos sabemos trucos caseros para ahorrar agua en casa, pero la mayoría no los suele llevar acabo.

Para intentar aprovechar al máximo el agua del que disponemos en este momento, recomendamos una serie de pequeños gestos y consejos que, sin embargo, pueden suponer el ahorro de miles de litros a lo largo del año: asegúrate de que cierras bien todos lo grifos. Ese pequeño y constante goteo puede suponer muchos litros desperdiciados.

Un clásico: ducharte en vez de bañarte. Con una ducha de bajo consumo, aún ahorras más. Eso sí, nada de eternizarte, con cinco minutos es suficiente. Y cuando te estés jabonando, el grifo cerrado. Cierra el grifo mientras te lavas los dientes, las manos o te afeitas. Introduce una o dos botellas en la cisterna (ahorras de dos a cuatro litro cada vez).

Otra opción, un inodoro con sistema de doble descarga, de los que incorporan un doble pulsador.

Y nunca utilices este sanitario como papelera. Aprovecha el agua que sale de la ducha hasta que llega el agua caliente. Por ejemplo, en un cubo para regar las plantas o fregar los suelos.

El lavavajillas y la lavadora siempre llenos. Los más eficientes, los clasificados como “A”, ahorran hasta un 50 % en agua y luz. No descongeles alimentos con el agua del grifo. Lava las frutas y verduras en un cuenco, las pones a remojo un rato antes de consumirlas, nada de ponerlas debajo del chorro de agua. Utiliza grifos monomando. Coloca difusores y otros mecanismos economizadores en toda la grifería.

Opta por plantas autóctonas que necesiten poca agua; riega por la noche, cuando la temperatura ha bajado, para evitar pérdidas de evaporación. Puedes utilizar el agua condensada del aire acondicionado para regar las plantas.

Alguno de los más sencillos y los más efectivos son los ya conocidos, como cerrar los grifos cuando no los estás usando –como mientras te cepillas los dientes, te enjabonas el cuerpo o friegas los platos- o ducharte en vez de bañarte.

También es muy importante reutilizar el agua en vez de desperdiciarla, como puede ser recoger en un cubo o recipiente el agua fría que sale de la ducha antes de conseguir la temperatura deseada y aprovecharla para, por ejemplo, fregar el suelo.

Otro curioso truco de ahorro es usar el agua después de cocer ciertos alimentos –verduras, pasta- para regar las plantas.


EN LA AGRICULTURA

La agricultura consume la mayor parte del agua, por eso debe ser la más responsable en su uso, ya que, según el informe publicado por Greenpeace ' Sequía, algo más que falta de lluvia', la agricultura emplea el 84,3% del agua en España, según la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística de 2015, el 15,7% restante se lo reparten el abastecimiento humano y los usos industriales.

Para los grandes agricultores, es aconsejable poseer los sistemas de riego más modernos, que permiten un mayor ahorro de agua y que cada planta reciba lo que necesite, sin excesos ni escasez.

Es importante la creación de pequeños embalses o presas que retengan el agua torrencial que inunda ocasionalmente las cosechas, ya que, durante los meses de sequía, se podría aprovechar el agua caída en los meses anteriores. En el caso de la ganadería, no se debe olvidar que el agua es el elemento de mayor consumo en las explotaciones y que es imprescindible para la vida de los animales y para la limpieza de sus instalaciones.


EN LA GANADERÍA

Para optimizar el gasto de agua en la explotación, el ganadero tiene que conocer y controlar cuáles son las principales causas de estas pérdidas y derroches y qué mejoras puede introducir en su granja para minimizarlas. Se debe llevar a cabo un control sobre la humedad y temperatura del interior de las naves –ya que el calor hace que los animales necesiten más agua- y sobre el consumo de agua de la explotación. Este control permitirá comprobar si existe alguna fuga o exceso de consumo y permite controlarlo lo antes posible.

También es importante utilizar los bebederos adecuados, como pueden ser los de cazoleta, para evitar ese derroche y que los animales están bien hidratados. En determinados sectores de actividad económica, el agua es una parte importante del presupuesto de gastos mensual. Es importante realizar un uso eficiente de la maquinaria –lavavajillas, lavadoras- poniéndose en marcha en su máxima capacidad y en el programa más adecuado para cada carga.

Otro punto de mejora puede ser controlar el nivel de presión del agua, ya que, en muchas ocasiones, no es necesaria la alta presión del agua y el consiguiente desperdicio que esto supone.

La medida más importante a tomar sería optar por usar aguas no potables únicamente para el uso industrial, así se aprovecha esa agua que no es servible para el consumo.

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