ASAJA Asaja presenta alegaciones a la distancia mínimaque Talavera quiere exigir a las granjas porcinas
La
Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Toledo ha presentado hoy en el Ayuntamiento de Talavera de la Reina sus alegaciones a la propuesta de modificación de las ordenanzas municipales para fijar en 8 kilómetros
la distancia mínima de las granjas porcinas al casco urbano, lo que supondría la prohibición de la instalación de cualquier explotación ganadera de este tipo en el término municipal talaverano.
Los servicios jurídicos de la organización agraria, después de examinar el expediente en el que se basa la decisión adoptada por el Pleno del Ayuntamiento de Talavera el pasado 7 de septiembre, ha concluido que no hay ningún fundamento técnico y objetivo que sustente la decisión plenaria, a pesar de que en dicho expediente se dice tener en cuenta informes técnicos que, sin embargo, no constan en el mismo.
Además, ASAJA de Toledo rechaza que el único soporte de la decisión adoptada por el consistorio talaverano sea el de “la polémica”, sin más argumentación, tal y como se recoge en la exposición de motivos de la propuesta de modificación de la Ordenanza Municipal para la protección de la atmósfera frente a la contaminación por formas de la materia. En este sentido, se pretende modificar la redacción del artículo 43.3 que regula la distancia al suelo urbano de actividades o industrias que originen deyecciones de animales o produzcan residuos malolientes. Los cambios afectarían exclusivamente a las explotaciones porcinas, que no podrían instalarse a menos de 8 kilómetros, distancia que incluso se sale del término municipal de Talavera de la Reina, lo cual, a juicio de los servicios jurídicos de ASAJA de Toledo, deja sin sentido la propia norma.
En la actualidad, la normativa nacional que regula la distancia mínima de las explotaciones ganaderas al casco urbano fija ésta en un kilómetro, si bien se proyecta aumentarla a dos kilómetros. Por otra parte, los ayuntamientos tienen potestad para regular dicha distancia a través de sus ordenanzas municipales respetando el mínimo establecido por la norma estatal.
ASAJA de Toledo considera, no obstante, que lo que el Ayuntamiento de Talavera pretende es prohibir una actividad ganadera legítima sin ningún argumento objetivo, atacando así a un sector tan importante para la economía provincial como es el del porcino.
La organización agraria recuerda que cualquier proyecto ganadero tiene que cumplir una normativa medioambiental muy exigente que, en el caso de las explotaciones porcinas, conlleva, además, contar con un plan de gestión de residuos que elimine los riesgos de contaminación. A esta normativa se unen, además, las limitaciones impuestas por las distintas figuras de protección medioambiental, LIC, ZEC y ZEPA, existentes en la comarca.