El consejero de Infraestructuras de la Junta de Extremadura, José Luis Navarro, lo tiene muy claro y ha señalado que la región tiene "velocidades y calidad del servicio de 1890". Navarro recordó que desde hace meses se exigen actuaciones en el tren convencional. En el Pacto por el Ferrocarril “se habla de la necesidad imperiosa de inversiones importantes en el tren convencional”. Cuatro incidencias graves (tres averías de trenes) en tres meses. Y dos en tres días, con imágenes insólitas como pasajeros esperando al sol durante dos horas a un ferrocarril de repuesto tras incendiarse en parte en el que viajaban. Por casos como estos la situación del tren en Extremadura es objeto de debate y de renovada indignación. Salvo Renfe, que señala que las averías no son algo frecuente, la Junta, los pasajeros y expertos ferroviarios inciden en una crítica realidad. «Es indigno el tren que tenemos. Es indignante la situación del tren en la región», resume Miguel Fuentes, responsable del sector ferroviario de CC OO de Extremadura.
A falta una estadística completa, se sabe que el 16 de abril un tren que realizaba el trayecto entre Mérida y Madrid sufrió una avería mecánica entre Cañaveral y Mirabel, en territorio cacereño. El viaje se realizó con hora y media de retraso y además el problema en ese tren afectó a otros de ese día. El último no salió. Los pasajeros fueron en autobús.
Un segundo incidente tuvo lugar en Carmena (Toledo). Fue el 28 de junio. Descarriló un aparato que hacía la ruta Cáceres-Madrid al chocar contra un tractor en la vía, al lado de un paso a nivel sin barreras. «Ese es otro de los grandes problemas. No hay voluntad para acabar con tantos pasos a nivel, da igual que sea con barrera o sin barrera porque cualquiera de ellos genera peligro y retrasos», especifica Ángel Caballero, presidente de la Asociación Extremeña Amigos del Ferrocarril.
Los dos últimos casos se sucedieron en Humanes, a unos 30 kilómetros de Madrid, y Torrijos. "El otro día no pasó nada por poco. Es inhumano tener durante dos horas al sol, a las tres de la tarde, a decenas de personas que se han bajado de un tren porque salió ardiendo un vagón y que esperan a otro tren para acabar el viaje", relata Francis Carballo, extremeño que viajó el jueves. Utiliza el tren con destino a Madrid porque trabaja allí. "Viajo bastante pero cada vez se está haciendo más difícil. Casi imposible. Por cuestión de tiempo y por los trenes que ponen", finaliza.