La Voz del Tajo / EP CLM | Martes 18 de julio de 2017
El Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha ha autorizado la compra de seis nuevos arcos quirúrgicos --dos para el hospital de Albacete, dos más para Toledo, uno para Ciudad Real y otro más para Guadalajara-- de manera que la inversión total en lo que va de legislatura en el Plan de Renovación Tecnológica alcanza los 8,5 millones de euros, de un total previsto de casi 28 millones hasta 2019.
Así lo ha puesto de manifiesto este martes el consejero del ramo, Jesús Fernández Sanz, quien considera que de esta forma "queda de manifiesto la apuesta por la universalidad y la equidad del sistema sanitario" de la región, con un plan de renovación que intenta combatir la obsolescencia de los aparatos que funcionan en la Comunidad Autónoma "por la falta de inversión en los últimos años".
Así, ha lamentado que las últimas inversiones en este ámbito son del año 2002, cuando se consumó la transferencia de competencias sanitarias a la región, "y se han dejado pasar los años hasta que ha llegado este Gobierno".
Ha ofrecido datos de la antigüedad de los aparatos existentes, indicando que el 34% de los TAC de los hospitales castellano-manchegos tienen más de 10 años, "la edad media máxima permitida".
En el caso concreto de los arcos quirúrgicos, esta cifra se elevaba hasta el 60% de los aparatos con más de una década funcionando, hasta la adquisición aprobada este martes.
DATOS DE MEJORA
La renovación tecnológica está produciendo, en palabras del consejero, una "notable mejoría" en la cantidad de pruebas diagnósticas realizadas gracias a los nuevos aparatos, lo que va en contra de las listas de espera.
Así, tras la adquisición reciente de varios TAC, este primer semestre se han podido realizar 82.441 pruebas diagnósticas, 7.650 más que el año pasado. En cuanto a resonancias, se han llevado a cabo 44.315, 11.000 más que en la primera mitad del ejercicio pasado.
"La consecuencia final es que se mejoran las listas de espera para pruebas diagnósticas y se reducen las derivaciones a la sanidad privada", ha celebrado Fernández Sanz, quien ha detallado que ya sólo quedan 7.826 pacientes en espera de una prueba de este tipo, "niveles similares a 2008".
Sobre las derivaciones, en este primer semestre las ha tasado en 22.952, lo que supone también una reducción considerable con respecto a 2016.
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