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Recogen 135.000 firmas contra la tradición medieval 'Correr los gansos' en Carpio de Tajo

La recogida de firmas la ha realizado una ciudadana, Carmen Córdoba, en la plataforma 'Change.org' para poner fin a la fiesta de 'Correr los Gansos' que se celebra en la localidad toledana de Carpio de Tajo. La entrega tendrá lugar a las 11.00 horas en la sede de la Subdelegación, situada en la calle de la Plata número 25.

David Martínez | Miércoles 21 de junio de 2017
Este jueves, 22 de junio, van a ser entregadas en la Subdelegación del Gobierno de Toledo las más de 135.000 firmas que ha recogido una ciudadana, Carmen Córdoba, en la plataforma 'Change.org' para poner fin a la fiesta de 'Correr los Gansos' que se celebra en la localidad toledana de Carpio de Tajo. La entrega tendrá lugar a las 11.00 horas en la sede de la Subdelegación, situada en la calle de la Plata número 25.

Según ha explicado en nota de prensa la creadora de la petición, "el ritual conocido como 'Correr los Gansos' es una tradición medieval que tiene lugar todos los años en la localidad toledana de Carpio de Tajo, el día 25 de julio en honor a Santiago Apóstol. Para tal tarea se colocan dos palos altos en el centro de la plaza a una distancia de unos seis metros y se unen por una cuerda gruesa donde se ata por las patas a una serie de gansos --que en la actualidad se jactan de haber sido previamente sacrificados por un veterinario, pero que en tiempos no muy remotos eran colgados y decapitados vivos".

En palabras de Carmen Córdoba, "la práctica se realiza con jinetes a caballo que arrancan sus cabezas y cuyo ganador es el que más cabezas suma".

La petición 'change.org/gansosdecapitados' fue creada en julio de 2016, pocas semanas antes de que tuviera lugar el 'Correr los gansos' de ese año. En opinión de la impulsora de la iniciativa, "esta monstruosa práctica se realiza con el patrocinio del Ayuntamiento de Carpio de Tajo (Toledo) y con el beneplácito de la Iglesia, que deber ser la primera en liderar el fin de esta fiesta de sangre y muerte".

"Aún es más triste que estas prácticas sean presenciadas por niños, que van a crecer aceptando que los animales deben ser motivo de festejo violento, sembrando así el no respeto hacia los mismos, estén muertos o vivos", ha lamentado.

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