Lágrimas de la talaverana cuando desde el fondo sur se vió esta leyenda: “las flores de Margarita, el brazalete de Carlos Peña y las avalanchas del fondo sur: El sentimiento del Calderón”
Redacción La Voz del Tajo | Martes 23 de mayo de 2017
Margarita Luengo y Talavera vivieron, previsiblemente, su jornada futbolera más importante a nivel nacional justo el mismo día en que el eterno rival colchonero se coronaba campeón de liga y Cibeles esperaba, “precintada”, al equipo y los seguidores merengues. Era este pasado domingo 21 de mayo. El mismo día en que varios medios de comunicación como el diario deportivo MARCA dedicaba un amplio espacio a Margarita, la depositaria talaverana del ramo de claveles rojos y blancos en la esquina de córner del estadio Vicente Calderón de la zona del paseo de los Melancólicos en el último partido oficial del club colchonero. Ya en el estadio y otra vez con el Athletic como oponente, la sorpresa le esparaba a la talaverana desde el fondo sur. Una enorme pancarta con referencia al sentimiento rojiblanco se manifiestaba con esta leyenda: “las flores de Margarita, el brazalete de Carlos Peña y las avalanchas del fondo sur: El sentimiento del Calderón”. Las cámaras de televisión no tardaron en recorrer la grada y allí estaba, Marga llorando en el asiento 25 de la fila 4, mientras más de medio estadio cantaba “Marga, lala, lala...”. Lo vio toda España en una espléndida jornada de nostalgia colchonera.
Ya en MARCA apuntaba el mismo domingo Marga que "Pondré el último ramo en el Calderón, pero no será el último ramo". Ya son 20 años de ramos de flores en honor a Pantic, tras el doblete de 1996. Una leyenda, sin duda, que tiene su origen en el día en el que Milinko sirvió desde esa esquina dos centros que acabaron en gol en la meta del Athlétic de Bilbao para completar el 4-0 con que finalizó el partido. Marga quedó prendada del juego del montenegrino y desde entonces comenzó a depositar su ramo de claveles. Marga Luengo aseguraba al diario deportivo que “voy a pasar el partido muy angustiada. En el de la Champions contra el Madrid estuve los 90 minutos llorando así que no sé cómo será el último. Con el Calderón se van muchos recuerdos. Allí empecé a ir cuando me hice novia de mi marido. Entonces no me gustaba el fútbol pero iba por estar con él y a veces daba vueltas al campo. Luego el Atlético se me metió en las venas y ahora no me pierdo un partido. Allí he cambiado pañales, he dado papillas, he entretenido a mis hijos cuando eran muy pequeños... De todo", asegura. Mas puede que lo que muchos aficionados desconocen es el origen -simple anécdota muchos años después- del ramo, surgido en el bar de la Peña Tomahawk, frecuentada por Marga y Dioni durante muchos años.
El desliz de Milinco Pantic.- En muchas ocasiones ha tenido que repetir nuestra protagonista aquel suceso que ha culminado en una afectuosa amistad familiar. Los claveles molestaron a Pantic al lanzar uno de sus centros desde la esquina y el centrocampista los retiró malhumorado al otro lado de la valla de cristal, donde acampaban entonces los asientos de cemento anteriores a las butacas azules y rojas de la actualidad. El gesto incomodó a Margarita, quien consiguió hacer llegar una nota manuscrita al jugador a través de un empleado del club. “No tires los claveles. Son para ti”. El mensaje tocó la fibra sensible del serbio, que educado y cortés se preocupó de obtener el teléfono del domicilio de la familia Trujillo Luengo. Pidió disculpas a su admiradora y le prometió una camiseta con sus mejores deseos en el siguiente partido. A raíz de entonces no ha faltado ni un día el ramo en la esquina del Manzanares. Ahora Marga seguirá con su particular homenaje a club y jugador y el ramo de claveles será visible en el Wanda Metropolitano en la próxima temporada.
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