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Pepino se cita con los romeros de la comarca para honrar a la Virgen de Valdelenguas

Este sábado tendrá lugar esta tradición que congrega a un buen número de romeros que recorren alrededor de dos kilómetros acompañando la representación de la Virgen de Valdelenguas hasta la explanada donde se cree se erigía su ermita.

David Martínez | Viernes 28 de abril de 2017

Se trata de una tradición recuperada e instaurada desde hace unos años y de la mano de su alcalde Inocencio Gil Resino “Cito” y su equipo de gobierno, que congrega a un buen número de romeros a pie, a caballo o a carruaje, que recorren alrededor de dos kilómetros acompañando la representación de la Virgen de Valdelenguas hasta la explanada donde se cree se erigía su ermita.


Tras recibir la bendición en la parroquia de Pepino, la imagen es portada por los romeros hasta su destino, donde una misa campestre es el preámbulo a una entrañable jornada donde las demostraciones ecuestres, los sones rocieros y el buen yantar hacen las delicias de pepineros y vecinos de la comarca que, con devoción, toman parte en esta romería.


En la edición de este año, destacan las actuaciones del cuadro flamenco “Gloria Bendita”, del Grupo Rociero “Alma” y del Grupo Folclórico “Puerta de Cuartos”.

Las únicas referencias a la ermita de Valdelenguas que se han encontrado son las incluidas en las respuestas que el Cura Párroco de Pepino, Don Juan Macías Barrientos, redactó en 1782, con motivo de un Interrogatorio que el Cardenal Lorenzana mandó a todos los vicarios, jueces eclesiásticos y curas párrocos del arzobispado de

Toledo, cuya transcripción a una de las preguntas que se hacían es la siguiente:
“… al lado de levante está un monte de encinas propio del conde Villariezo, cerrado tiene dos guardas a caballo, coge una legua de largo al costado de levante, al norte linda con la jurisdicción de la villa de Cervera. Toda esta cabecera es un cerro de piedra berroqueña y entre las piedras, poblado de acebuches, olivas silvestres y algunas cornicabras, abajo, al plano, mirando al medio día está la casa de uno de los guardas y contigua a ella las paredes y vestigios de una que fue ermita y dicen de Nuestra Señora de Valdelenguas, tiene allí unas cañadas y al lado de medio día haciendo frente a dicha casa del guarda, está un cerro poblado de encinas que llaman el Cerro Mojón y la caída de éste (digo que se llama Las Cabezuelas) y un calero u horno de cal, y sigue todo el plan de encinas al mediodía hasta el río Alberche…”.


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