David Martínez | Jueves 20 de abril de 2017
La Diputación de Toledo consciente del auge de la práctica deportiva en todos los municipios de la provincia y con la finalidad de no perder ni un minuto ante posibles causas de muerte súbita de los deportistas, provocada, entre otros, por la taquicardia ventricular y fibrilación ventricular, promueve la presente convocatoria.
En la decisión de abordar este importante proyecto reside un doble objetivo, que pasa por dotar de desfibriladores automáticos a las instalaciones deportivas municipales y proporcionar la realización de un plan de formación de reanimación cardiopulmonar básico dirigido a las personas que utilicen los DESA.
La Diputación ha tenido en cuenta que la organización de actividades deportivas, cada vez en mayor número, por los municipios de la provincia, hace necesario regular la concesión de medios por parte de la Corporación Provincial, al objeto de conseguir una mayor eficacia y seguridad de las mismas.
Con la puesta en marcha de esta convocatoria se pretende, en definitiva, que una acción rápida de reanimación y la correcta utilización de un desfibrilador pueda salvar la vida de un deportista.
La Diputación provincial subvenciona la adquisición de estos aparatos a los ayuntamientos por tramos de población, asumiendo la Institución el coste de un 70 por ciento para municipios menores de 1.000 habitantes, del 65 por ciento para poblaciones de entre 1.001 y 2.000 vecinos, el 60 por ciento para la franja de 2.001 a 3.000 habitantes, el 55 por ciento entre 3.001 y 5.000 y el 50 por ciento para las localidades superiores a 5.000 habitantes.
Con esa medida, se quiere favorecer el acceso de todos los ayuntamientos y organismos deportivos, para que todos los ciudadanos y ciudadanas de la provincia de Toledo se beneficien de una propuesta de prevención fundamental y avalada por la Consejería de Sanidad.
Tras un sondeo realizado en el conjunto de municipios toledanos se ha detectado una demanda de 110 ayuntamientos interesados en adquirir los desfibriladores, solicitándose en total 142 aparatos, pudiéndose alcanzar un máximo de desfibriladores solicitados de 156.
Conforme las bases de las subvenciones promovidas por la Diputación pueden acogerse a la convocatoria las entidades locales y organismos autónomos administrativos, como patronatos o institutos deportivos municipales, de la provincia de Toledo, quedando solo exentos aquellos consistorios considerados por la normativa como grandes ciudades.
Las entidades solicitantes de las subvenciones deberán aportar el acuerdo municipal, de la Junta de Gobierno o decreto de la alcaldía, aprobando su participación, así como la certeza del crédito comprometido para dar cobertura del gasto financiable.
Una vez aprobada la subvención correspondiente, la Diputación proporcionará el desfibrilador con autochequeo periódico, con indicaciones de ayuda RCP, batería extra y juego de parches adultos y pediátricos, vitrina homologada con alarma de apertura y led de dia y de noche, juego de señalética oficial, la gestión del equipo en la Comunidad Autónoma y un mantenimiento preventivo y reparación de averías durante cinco años de vigencia.
El desfibrilador semiautomático externo (DESA) es un aparato electrónico portátil (producto sanitario) que diagnostica y trata la parada cardiorrespiratoria cuando es debida a la fibrilación ventricular (en que el corazón tiene actividad eléctrica pero sin efectividad mecánica) o a una taquicardia ventricular sin pulso (en que hay actividad eléctrica y en este caso el bombeo sanguíneo es ineficaz), restableciendo un ritmo cardíaco efectivo eléctrica y mecánicamente.
La desfibrilación es un tratamiento eléctrico que, aplicado en los primeros minutos, constituye la medida más eficaz para restablecer el ritmo cardíaco en casos de muerte súbita.
Cuanto más rápido se efectúe la desfibrilación mejor es el pronóstico; por cada minuto que se retrasa la misma la supervivencia disminuye entre un 7 y 10%.
La importancia de la desfibrilación para el éxito en la recuperación de la parada cardíaca ha movido a las autoridades sanitarias y a las sociedades científicas a promover el uso de los desfibriladores por las primeras personas que actúan en las situaciones de emergencias.
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