Lehsen Sidhame es un chico saharaui y de Velada por adopción. Sidhame participó en la 17ª Edición del Maratón del Sahara el 28 de febrero, una prueba en la que participaron más de 180 personas de 20 nacionalidades distintas y en la que Sidhame quedó cuarto.
El Maratón del Sahara es una prueba deportiva cuyos beneficios van destinados a proyectos humanitarios como los niños refugiados. Además, la carrera es una prueba reivindicativa que intenta concienciar a una sociedad occidental que ha dejado de lado un problema que ya lleva 40 años sin resolverse. Cuatro décadas que se saldan con una guerra sin cerrar, un pueblo dividido entre el exilio y la ocupación marroquí, con una situación de inestabilidad que afecta a todo el Magreb. Las posturas irreconciliables de las partes, la poca efectividad de la ONU para llevar a cabo sus resoluciones y la pasividad de la comunidad internacional ante el conflicto, son algunas de las razones que explican el enquistamiento del problema.
Y es que el Sahara Occidental fue una colonia española hasta 1975, cuando Marruecos lo invadió mediante la Marcha Verde. Para entonces, España ya se había comprometido a iniciar los trámites de descolonización que contemplaban la convocatoria de un referéndum para la independencia del Sahara. Sin embargo, la Marcha Verde sorprendió a España en un momento delicado, pues Franco agonizaba, optando nuestro país por eludir su responsabilidad para con el territorio, abandonándolo a su suerte.
Centrándonos en la prueba deportiva, cuya salida se encuentra en El Aaiún, ésta transcurre por el campamento de Auserd y termina en el poblado de Smara, donde los atletas son recibidos por las autoridades y por los refugiados, compartiendo durante los siguientes días sus jaimas (una tiendas de campaña de cuero donde se refugian los saharauis) con los protagonistas de la carrera hasta su retorno a su país.
Lehsen Sidhame, que lideró la prueba hasta la aparición de unos dolores musculares, cuenta que el trayecto es desértico y pedregoso, prácticamente llano, en el que las tormentas de arena y los fuertes vientos hacen de esta carrera, una maratón dura y complicada, dificultando sobremanera su desarrollo. Sidhame quedó cuarto en la general y primero como saharaui, calificando su prueba de “bonita, sufrida y repleta de sensaciones inexplicables”.
Lehsen Sidhame entrena y visita en ocasiones la localidad de Velada, cuyo apoyo ha sido fundamental para cumplir su sueño: correr en su tierra.