La demolición de la antigua fábrica de Industrias Lácteas Talavera, ILTA, que comenzó hace una semanas y se prolongará al menos durante siete días más, se ha encontrado con un “imprevisto”, el amianto. Este material era uno de los más utilizados para la construcción entre los años 40 y 80 del siglo, y que se prohibió en España en 2002 al ser cancerígeno.
AMIANTO
Para muchos será más fácil de identificar el amianto si hablamos de uralita y fibrocemento, las dos marcas con que se comercializó en España. Según Ecologistas en Acción, en todo el siglo XX se puede haber consumido cerca de tres millones de toneladas en todo el país. No existe un censo sobre las numerosas edificaciones que presentan todavía estructuras de amianto en el Estado español.
Los techos de muchas fábricas, de cobertizos , etc... eran realizados con este material, al igual que numerosas conducciones en los edificios. También las insonorizaciones de cines, teatros y auditorios, en los que, en algunos casos, el amianto puede seguir presente.
Para su extracción y recogida es necesario un protocolo de tratamiento y manipulación muy específico que se está llevando a acabo en la ILTA por la empresa propietaria del terreno, como se puede comprobar en las imágenes que les mostramos en nuestra galería.
PROTOCOLO ESTRICTO
En obras de demolición como medida especial de prevención se establece la obligación de hacer un inventario de los residuos peligrosos que se generen, proceder a su retirada selectiva (y así evitar mezclarlos con otros residuos no peligrosos) y entregarlos a gestores autorizados de residuos peligrosos.
GESTIÓN
Con una gestión adecuada y cumpliendo la normativa de la retirada, almacenamiento, transporte y eliminación, se consigue reducir el impacto medioambiental y minimizar los riesgos, no solo ambientales, sino también para la salud, derivados de la manipulación de los materiales con amianto.