David Martínez | Martes 31 de enero de 2017
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha incorporado en 2016 seis nuevas viviendas de atención a personas mayores a la red pública regional, que está formada por un total de 154 viviendas, con unas 1.500 plazas, “con lo que Castilla-La Mancha consolida su posición como comunidad autónoma con la tercera mayor red de viviendas de mayores”.
Así lo ha confirmado la consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez, durante su visita a la vivienda de personas mayores de Fontanarejo (Ciudad Real), en la que destacado que el presupuesto destinado a la financiación de estas 1.500 plazas es de 3.837.840 euros. En el caso de la provincia de Ciudad Real hay 37 viviendas para mayores existentes, con 320 plazas y un presupuesto anual de 896.000 euros.
Aurelia Sánchez ha recordado que en los cuatro años del anterior Gobierno se cerraron 22 viviendas, con lo que "122 personas tuvieron que abandonar su pueblo para irse a vivir a una residencia quedando desvinculados de su entorno socio-familiar".
Sánchez ha puesto en valor la vivienda para mayores “como recurso principal de alojamiento y convivencia para personas mayores en los pequeños municipios del medio rural, por su parecido a los hogares habituales, en los que se reproduce el modelo de vida familiar que todos conocemos".
VIVIENDAS DE ENTRE 8 Y 10 PLAZAS
Se trata de “viviendas normalizadas para mayores, donde un pequeño grupo de 8 o 10 personas conviven, colaborando en las actividades domésticas de cada día y participando en la vida comunitaria como lo venían haciendo, pero manteniendo su vinculación con su pueblo, ha recordado Sánchez.
Sánchez ha añadido que Castilla-La Mancha fue pionera en aplicar en España un modelo de atención en pequeños recursos de convivencia localizados en el mismo lugar donde viven las personas mayores, que se denominaron viviendas tuteladas, inspirado en el que comenzó a desarrollarse a mediados de los años 90 en países como Bélgica, Holanda, Alemania, Francia, Reino Unido o Dinamarca.
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