Vecinos residentes en la avenida Juan Carlos I, colindante con la estación de tren de Talavera, han transmitido su malestar por la colocación de una marquesina. Los vecinos alegan que no pueden pasar por ese tramo de la vía debido a la estrechez, que hay entre la parada de autobús y la pared del edificio, y que el paso es más complicado aún si portan carritos o si se desplazan en silla de ruedas.
Por otro lado, este mobiliario urbano rompe con la estética arquitectónica de la ciudad, dado que se están llevando a cabo múltiples modificaciones para mejorar la circulación de los viandantes, como ampliar los pasos de peatones, y en cambio ésta marquesina realiza la función contraria.