La Voz del Tajo / EP CLM | Viernes 20 de enero de 2017
La organización Ecologistas en Acción ha denunciado un nuevo caso de envenenamiento de aves en un coto de la localidad de Gerindote (Toledo) y ha solicitado a la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha que incremente las acciones de vigilancia y cierre "inmediatamente" este emplazamiento donde ya han aparecido cinco milanos reales y otras rapaces muertas.
Según ha informado Ecologistas en Acción en un comunicado, este caso ha salido a la luz tras las actuaciones de los agentes medioambientales de la Junta y recuerdan que "el empleo de veneno con fines cinegéticos no deja de castigar a la fauna de protegida de Castilla-La Mancha, en particular de la provincia de Toledo.
A finales del mes de noviembre pasado se localizaban en un coto de caza del término municipal de Gerindote (Toledo) cinco milanos reales y otras rapaces muertas junto a varios cebos, así como algunas cajas-trampa.
Las investigaciones todavía en curso "han puesto de manifiesto el empleo de métodos de control de predadores como el veneno y las trampas dentro de un coto de caza menor del citado término municipal", han señalado desde Ecologistas.
Ya están en trámite los expedientes sancionadores y de suspensión de la actividad cinegética, mientras en los juzgados de Torrijos se tramita la parte penal del caso, ya que el empleo de veneno y de artes de caza como las cajas-trampa, así como la muerte de especies protegidas están sancionadas penalmente, explican desde la organización.
Con este, denuncian desde Ecologistas, es el tercer caso en tres años de envenenamiento "masivo" de aves que afecta sobre todo al milano real en la provincia de Toledo.
UNA ESPECIE MUY VULNERABLE AL VENENO
Esta especie, declarada en peligro de extinción por una merma en sus poblaciones reproductoras, "es especialmente vulnerable al veneno ya que se alimenta de animales muertos y de los restos o despojos que encuentra ocasionalmente", aseguran desde Ecologistas.
En Castilla-La Mancha, su población reproductora "está cercana a la desaparición". En 1994 se censaron cerca de 100 parejas y en 2014 sólo se consiguieron contabilizar siete puntos de reproducción, de ellos sólo dos en Toledo.
Según critica la organización en su comunicado, "se sigue sin hacer lo suficiente para combatir el veneno en provincias como Toledo, donde la ardua labor de los agentes medioambientales se ve muchas veces condicionada por el exceso de trabajo y por la lenta tramitación de los expedientes".
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