Hay momentos en la vida que tienen un carácter especial, que gustan y saben de forma distinta a otros. Piense en algunos de ellos. La primera cita, aquel reencuentro familiar, ese aniversario o simplemente la celebración de la vida. Y ahora piensa, ¿qué tienen en común? Seguramente, entre eses recuerdos, hay una buena mesa en la que degustó su plato favorito.
Pues bien, hace unos días yo me encontraba en uno de esos momentos, el reencuentro con unos amigos de la infancia. Y que mejor forma para celebrarlo que con comida, pensé. El problema surgió al querer hacer algo diferente. Me puse manos a la obra y descubrí gracias a una amiga (el boca a boca no falla) una nueva forma de comer carne. ¡Prueba la carne madurada de Otero! Sí, con esa misma cara me quedé yo. ¿Madurada? ¿En las Carnicerías de Otero?
Mi “salvadora” me dijo que se trata de una forma para hacer de la carne un producto más delicioso. Básicamente la maduración implica someter la carne a reposo en condiciones especiales, durante un período de determinado. “Además, para la maduración solo se seleccionan piezas de gran calidad”. Ese proceso lo tenemos claro en productos como los jamones, los quesos, los vinos… pero está todavía poco asumido en las carnes frescas. “Te encantará”, me dijo. Y no se equivocó.
Y como no hay mejor forma para saber de algo que preguntar e informarse, me acerqué a una de sus carnicerías y disipé las dudas sobre la carne madurada de forma controlada. Basta con adquirir una pieza y especificar una maduración concreta. El carnicero se encarga se asesorarte, guardar el corte identificado con el nombre del propietario o de quien queramos (en mi caso puse el nombre de nuestro colegio) en unas cámaras con unas condiciones de temperatura y humedad ideales. La clave de este proceso es la evaporación de la humedad del músculo que provoca una alta concentración en el sabor y una textura más suave. Pasado el periodo de maduración deseado, que puede ir desde los más cortos, de unas cuantas semanas, a otros que duran meses, las carnes se disponen para que el cliente pueda llevárselas a casa y las cocine a su gusto.
Tras el éxito de mi “primera vez” con este tipo de carnes, repito. ¡Ya tengo madurando piezas de entrecot procedente de la comarca de Talavera para estas navidades!
Afortunadamente, cada vez más personas se suman a esta forma de consumir carne con una filosofía basada en “no tengas prisa, las cosas buenas llevan su tiempo”.
En Carnicerías Otero les están esperando.