Comentaba un día mi padre, en un tono entre cabreo y resignación:”¿cómo pueden haber quitado esta parada de autobús, si era de las más antiguas?”...
Comentaba un día mi padre, en un tono entre cabreo y resignación:”¿cómo pueden haber quitado esta parada de autobús, si era de las más antiguas?”
Pues sí, la quitaron. Con las obras de la nueva circunvalación, eliminaron una parada de autobús urbano que era quizá, de las únicas que había en la línea de Gamonal-Talavera. ¿Recuerdan, cuando aquellos autobuses azules tan viejos circulaban por nuestra ciudad? Pues esos. A veces las mejoras en los servicios hacen que otros, que funcionan bien, dejen de hacerlo. Pero sigue siendo incomprensible que de uno de los caminos que más vecinos acudían y cogían el autobús se hayan quedado “con el culo al aire”, bueno el culo y todo, porque ahora deben cubrir un camino de dos kilómetros de ida para coger el autobús y los mismos de vuelta para regresar a casa, con lo cual van enteros a la “intemperie”
Ya escribí hace tiempo al respecto, pero ahora que estoy pasando unos días en el campo la echo de menos y me parece fatal que el autobús no tenga parada. Y al fin y al cabo estoy apenas un par de meses, no me puedo imaginar los vecinos que están todo el año pasando calamidades.
El ayuntamiento nada hace, ni caso a los vecinos que han presentado quejas, firmas y reclamaciones varias.
Poco avanza nuestra Talavera y en este caso me traigo entre manos ha retrocedido.
Me pide Rosa mi vecina opinión y me expresa la necesidad de hacer algo, pero dice que no se le ocurre nada más. Que nadie le hace caso…
Y veo a Rosa y otros vecinos caminando bajo sol aplastante del verano y al frío extremo del invierno caminando por la carretera para llegar hasta la parada más próxima y después para volver a casa, qué pena que no notemos cambios en nuestra ciudad.
Y me comenta Rosa que hablando con la Concejala correspondiente le niega que hayan dos kilómetros hasta las más próxima ¡pues sí los hay, señora concejala, los he medido yo con mi coche! Y si piensa lo contrario venga aquí a hacer el recorrido y lo medimos, a eso de las tres de la tarde sería buena hora, así de paso se pone en el pellejo de los que lo recorren día tras día y a lo mejor se anima a volver a ponerla.
Como decía, pocos cambios en nuestra ciudad y si los hay, son imperceptibles.