En Talavera ha ganado el PP con una aplastante mayoría sobre las demás fuerzas políticas. Casi un 19% de votos más que el PSOE, segunda fuerza que no para de perder comicios tras comicios. El PSOE de Talavera lleva años teledirigido desde Toledo, con la imposición de cargos que luego son refrendados por una militancia sumisa y casi sin discusión.
Es complicado encontrar un equipo de gobierno más inepto y más nefasto para la ciudad que el actual del PP encabezado por el Sr. Ramos. Un gobierno mediocre, con una gestión improductiva, con una situación económica catastrófica, resulta que gana las elecciones mientras que la oposición sigue cayendo en picado. Está claro que los ciudadanos no votan al PP de Talavera por sus logros ni por la belleza de sus dirigentes, supongo. Pero está muy claro que no votan al PSOE ni a los partidos de la oposición por resultarles aún más penosos que el PP y eso ya es para que a muchos se les caiga la cara de vergüenza y se vayan a su casa. Durante años la dirección socialista de Toledo ha impuesto su voluntad en Talavera, que lejos de buscar recambios, nuevas propuestas y alternativas a una ciudad degradada y humillada, se han preocupado de asumir el discurso de sus mayores y a granjearse las palmaditas de los prebostes toledanos, antes que apostar por Talavera, por la apertura del partido, por la renovación en ideas en propuestas y en gente.
El PSOE de Talavera tiene un grave problema desde hace muchos años. Y eso se reflejó en la noche del 26 de junio cuando el secretario general salió diciendo la insensatez de que estaban contentos con los resultados. Es difícil imaginar mayor ignominia. ¿Contentos por qué? ¿Por mantener a un diputado de Talavera que lleva décadas en el puesto sin muchos logros destacables? ¿por perder estrepitosamente ante un partido que está hundiendo a Talavera en el fango más negro? ¿Por no tener ni una sola respuesta creíble a los muchos problemas de la ciudad? Los resultados son para llorar, no para tirar cohetes que insultan a la inteligencia.