Al final perdimos la oportunidad. Si bien es cierto que la izquierda no ganó las elecciones en diciembre y para formar gobierno o pactaban con los anticonstitucionalistas de izquierda y derecha, o con el centro derecha de Ciudadanos, ahora ya no habrá esa oportunidad. Se desvaneció ayer un gobierno como el que se vislumbra y muchos deseamos en Talavera, a tres bandas, con PSOE, Ciudadanos y Podemos(en nuestro caso Ganemos). El domingo Mariano Rajoy salió fortalecido y eufórico saludaba desde su balcón con Cospedal muy próxima, amenazando con ser elegida ministra.
El pacto PSOE -Ciudadanos-Podemos no era óptimo para nadie porque todos cedían. Por eso era un pacto y no una rendición. Sin embargo habría servido para resolver problemas sociales, aplicar los europeos recortes de una forma más mitigada para las clases más humildes y regenerar la política, además de cambiar a un Ejecutivo de plasma, con su presidente implicado en mensajes de ánimo a un corrupto.
Pero Pablo Iglesias, su soberbia y su sectarismo, aderezados con cal viva, decidieron que solo se puede pactar con quien piensa como tú (lo cual no tiene mucho mérito) y se apostaron a que uniéndose a IU, como hizo Almunia, les iba a salir mucho mejor que al socialista en 2000. La decepción fue parecida.
Podemos ha sacado los mismos escaños que hace 6 meses, perdiendo más de un millón de votos. El revés ha sido inapelable. Pese a que hablaban de Sorpasso incluso al PP, se han quedado muy por debajo del PSOE que salva los muebles.
El Partido Popular debe estar satisfecho. Será el BREXIT o el odio entre las izquierdas, pero se ha recuperado y es el gran vencedor en esta España cuatripartidista y donde queremos que pacten pero no pemiamos a quienes consiguen consensuar y pactar, la base de la democracia.
Aceptemos lo que ha decidido el verdadero pueblo(no el que se atribuyen algunos) en las urnas, dejemos de denostar a quien no piensa como nosotros y disfrutemos de esta semana de libertad, la semana de reivindicación del Orgullo LGTB.