Era el partido clave, pero no fue, ni de lejos, el mejor encuentro de los de Talavera de la Reina, el que disputó en tierras donostiarras frente a una Real Sociedad B que, en todo momento, fue superior a unos blanquiazules que ni con superioridad numérica fueron capaces de doblegar a los txuri-urdines.
El encuentro comenzó con mucho respeto por parte de ambos conjuntos, aunque la posesión era para los locales, fueron los de la Ciudad de la Cerámica los que realmente creaban sensación de peligro cuando se acercaban a las inmediaciones de un Ander, que vio como Perales a punto estuvo de poner fin a su imbatibilidad durante el partido, pero su disparo se marchó desviado. En el minuto 21 de la primera parte, las cosas se ponían de cara para los cerámicos después de que Jauregui viera la roja directa por golpear la cara de Víctor Martínez, quedándose con un jugador menos sobre el terreno de juego, con más de setenta minutos por delante.
Lejos de ser beneficioso para los de Talavera, la Real Sociedad B se encontró mucho más cómodo sobre el terreno de juego, aunque el resultado no se movió en la primera parte.
Tras el paso por vestuarios, de nuevo fueron los de Imanol Alguacil los que salieron dominando, con un gran Luca que estaba volviendo loca a la defensa blanquiazul. Eneko fue el que al cuarto de hora de la reanudación puso el uno a cero tras una gran jugada individual y diez minutos más tarde puso la puntilla a los de Talavera en una contra muy bien llevada. Ni los resultados de los otros partidos acompañaban, ya que el Real Unión de Irún iba perdiendo por cero tantos a uno frente al Leioa, ni el plantel cerámico estaba haciendo los deberes. Con el paso de los minutos y en una nueva trifulca, la Real B se quedaría con nueve jugadores por doble amarilla de Kevin, después de una dura entrada a un jugador talaverano y acto seguido una pérdida de tiempo al no dejar sacar rápido al Talavera. Precisamente en esta jugada, Sergio Rodríguez pecó de novato y se encaró con el jugador local, considerando el árbitro que hubo agresión,señalándole también el camino de vestuarios antes de tiempo. De este modo, los cerámicos se quedaban con diez jugadores, mientras que los de Zubieta estaban con nueve. Pero ni con superioridad numérica el Talavera podía frenar a los locales que a través de Zubledia pusieron el tres a cero, que sólo pudo maquillar Perales para hacer el tres a uno con el que finalizó el encuentro y la estancia cerámica en Segunda B. La afición dio ejemplo de compromiso y amor a los colores y animó a su equipo aplaudiendo y asegurando que estarán con ellos en el retorno del club a la Tercera División Castellano-manchega.