El Guardia civil que el pasado lunes acabó presuntamente con la vida a tiros, tras un accidente de tráfico, de un marroquí afincado en Illescas, alegó en el día de ayer que fue un efecto de su locura y que él "estaba convencido de que estaba librando una guerra contra el yihadismo y que todos los moros eran yihadistas". Tras estas palabras, su abogado prosiguió diciendo que el Guardia Civil se encuentra extrañado de estar en prisión, ya que piensa que le tenían que haber condecorado.
Tanto el abogado defensor, como el propio juez, han solicitado un informe psicológico para aclarar los motivos por los que emprendió ese cruel ataque contra el marroquí. El letrado ha confesado que su defendido sufría un grave trastorno psicológico desde hacía 10 días, ya que se está separando de su mujer y vive en casa de su hermano que falleció tiempo antes, al que estaba muy unido.