El delegado de la Junta en Talavera de la Reina, David Gómez, y la directora general de Programas de Empleo, Elena Carrasco, han visitado hoy el Centro Especial de Empleo de Asprodeta para conocer la difícil situación que atraviesa este centro y “ver cómo podemos acortar esta situación que están viviendo”. La directora general, tras señalar la complicada situación en materia de empleo de la comarca de Talavera, ha hecho hincapié que la Consejería de Economía, Empresas y Empleo está haciendo un importante esfuerzo para mejorar esta situación en toda la región, pero de forma más intensa en Talavera.
“Hemos puesto en marcha el Plan Extraordinario por el Empleo, se ha invitado a las empresas a que se beneficien del contrato para jóvenes, se pone ahora en marcha la ayuda para mayores de 55 años y estamos trabajando en un Plan de Autoempleo”, recordó Carrasco, quien añadió que este esfuerzo y apoyo también se está haciendo con los Centros Especiales de Empleo, pues “han sufrido de forma más dramática los efectos de la crisis y es un empleo especialmente vulnerable”.
La directora general de Programas de Empleo ha explicado que “cuando llegamos al Gobierno, lo primero que vimos es que la mayoría de los centros especiales de empleo no habían cobrado meses anteriores y nuestro esfuerzo inmediato fue que todos ellos, a 31 de diciembre, tuvieran en su tesorería el dinero para cobrar y que todo el año estuviese cubierto”.
De hecho, la Consejería de Economía, Empresas y Empleo ha abonado durante 2015 más de 700.000 euros destinados a subvencionar los costes salariales de la plantilla de personas con discapacidad en Talavera, lo que supone el 34% de las subvenciones de toda la provincia de Toledo. En el caso de Asprodeta, la subvención ascendió a 63.562,80 euros. No obstante, el Gobierno regional es consciente de que este tipo de centros ha sufrido de forma más dramática los efectos de la crisis, ya que han contado con poca capacidad de búsqueda de nuevos yacimientos de empleo y los servicios que venían prestando muchos de ellos, eran servicios de los que los clientes podían prescindir ante una situación económica difícil.