Tras ofrecerse la propiedad para la demolición de la antigua fábrica de la ILTA el Gobierno local dio un paso atrás en la ejecución subsidiaria que habían previsto, después de que los técnicos municipales consideraran -con los informes preceptivos- que existía un peligro de ruina inminente.
Sobre los últimos movimientos, la portavoz municipal, María Rodríguez, señaló que “ha habido movimiento de obras pero no al ritmo deseable”, al tiempo que destacó que no se ha obtenido respuesta a los requeridos que se han emitido desde el Consistorio, aunque todavía no ha finalizado el plazo estimado.
Sin embargo, la también concejala de Urbanismo reconoció que se han realizado labores de desescombro y la retirada de materiales sueltos. A preguntas de los periodistas, Rodríguez señaló que “no había nadie en su interior”, algo que constataron los trabajadores. Del mismo modo, añadió que los Servicios Sociales tienen constancia de quien son las personas que habitan y pernoctan en estas instalaciones ruinosas, ya que están controladas por ser usuarias del servicio municipal.
CONSTRUCCIÓN. En otro orden, la concejala se mostró contenta por las licencias de construcción que se están aprobando en las sesiones de Junta Local, especialmente por el proyecto básico para construcción de edificio de 28 viviendas con locales comerciales y garaje en la calle Parque. Aunque este trámite no es suficiente para construir si que permite agilizar otros trámites, como los bancarios y otros permisos previos.