Luis González
David Martínez | Miércoles 23 de abril de 2014
Se da un hecho singular que cuando dos personas se juntan en un lugar y no saben de qué hablar, enseguida sale el recurso del tiempo: hace frío, ¿no?; hace calor…, o simplemente cualquier otra expresión similar.
Son palabras que surgen espontáneamente para romper el hielo de la incomunicación. Es como una puerta que se abre para entablar una conversación superflua, pero que casi siempre termina después por una comunicativa conferencia bastante interesante. Si he de ser sincero os diré que esto es lo que yo espero que pueda suceder, tras este principio de mi escrito, porque, la verdad es que me encuentro bastante alejado físicamente de vosotros y no he descubierto por el momento ningún tema interesante para empezar a escribiros unas líneas. Pero no me resigno a no estar en contacto con vosotros, al menos literalmente y me he animado a comenzarlo. Deseo y espero, de cualquier manera, que a medida que vaya escribiendo, pueda ir resultando interesante lo que me vaya surgiendo en este artículo. Comprendo también que, quizás para muchos, pueda resultar poco atractivo, pero de todas formas nos encontramos en período de vacaciones y el que más y el que menos tiene su tiempo libre para relajarse y eso se da muy especialmente en esta época.
Empezaré por comentar que ya que vamos a hablar del tiempo, analizaremos los dos puntos climáticos en que nos encontramos. Tengo entendido que por ahí, por Talavera, creo que en las semanas pasadas, habéis tenido unas temperaturas bastante altas: En cambio por aquí, en la zona alicantina hemos tenido viento de levante y ha sido poco apetecible el bañarse. Se ve que nunca llueve a gusto de todos, aunque en esta ocasión la lluvia haya sido la verdadera protagonista del dicho, ausente, según parece, en ambas latitudes. ¿Será por eso del cambio climático, que tanto se habla de ello desde hace algún tiempo?... Por aquí se dice que el viento de levante dura tres días y que al cuarto ya se calma y hace bueno, pero ahora llevamos más de una semana y no se ha calmado. Sigue siendo bastante desagradable el bañarse en el mar. Además de que ha ondeado la bandera roja en muchas ocasiones. No sé si es que el viento también se va uniendo a lo del cambio climático o es que quiere participar también en la crisis y él ha cambiado su eterna posición.
Menos mal que nuestro querido Presidente, el Sr. ZP se ha quedado sin tiempo y él sí ha cambiado también su postura en eso de acabar la legislatura, tal y como algunos pretendían que así ocurriera. Como todos sabemos ya ha anunciado la fecha de las elecciones para el próximo 20 de Noviembre y para entonces el tiempo ya habrá cambiado bastante. Él, según parece, ya ha debido agotar todo su tiempo incluso en lo de terminar las reformas, aunque se especula que, a cambio sí le ha querido dar tiempo a D. Alfredo Pérez Rubalcaba para poder organizar su tinglado de tal forma que se organice para las próximas elecciones. ¿Tendrá tiempo nuestro tozudo Presidente aún para llevar a cabo las reformas que pretendía poner en marcha?, se preguntan todavía algunos. ¿Se atreverá por otra parte a llevarlas a cabo, o es preferible que se esté calladito y deje en manos del futuro nuevo gobierno para que adopte las medidas necesarias para salir de esta crisis en la que nos encontramos?, se preguntan otros. Desde luego, incluso a estas alturas del verano, creo que casi todos esperábamos que esto ocurriera ya de una vez, para dejar entrar savia nueva y ofrecer así nuevas soluciones. Está claro que el Sr. ZP no las tiene y por tanto debemos cambiar para ver si otro nuevo presidente las tiene. Como es de suponer, a partir de ahora todos empezaremos a opinar de una forma u otra. El tiempo decidirá y será el que dé la razón a unos o a otros. Naturalmente también es verdad que todos creerán tenerla y se esforzarán en defenderla. Y es que todo depende del cristal con que se mire.
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