Actualmente compagina sus trabajos como director de Ingeniería y Project Manager Officer en dos empresas de la capital europea. Echa de menos a su gente y el clima español, pero alaba la calidad de vida o la diversidad de la capital belga.
Pedro Rodríguez Losáñez es otro de estos tantos talaveranos que se han buscado un futuro mejor no solo lejos de la ciudad, sino fuera del país. Este joven de 31 años, y que tiene su residencia habitual en su Talavera en la Plaza Cabeza del Moro, se marchó con un contrato de prácticas universitarias durante dos meses y así sumar experiencia profesional internacional a su curriculum. Poco tiempo después ya trabajaba para esta empresa de manera oficial y fue contratado por otra, del sector aeroespacial.
Pedro no ha tenido oportunidad de trabajar en nuestro país, ya que todo lo que surgió desde que finalizara sus estudios universitarios se lo ofrecieron en Bruselas. A día de hoy, dos años después de que cogiera su maleta para dos meses, sigue trabajando para esas dos empresas, en una es el director de Ingeniería (ITRB Aerospace Group) y en la otra el 'Project Manager Officer' de los proyectos europeos (PBLH International Consulting SPRL).
Su tiempo libro lo dedica a viajar, considerando que “Bruselas está cerca de todo”, y, por supuesto, a salir a disfrutar de fiesta. “En Bruselas hay muchos bares y gente española e italiana, no se necesita nada más para salir”, resumió en tono simpático.
De las tierras belgas destaca bondades como la calidad de vida, la diversidad cultural, la cerveza o el chocolate, así como su buena localización, “muy bien ubicada para viajar a otros países europeos”, apostilló. Este joven talaverano está soltero, estudió en el colegio Santa María del Prado – Hermanos Maristas y luego realizó dos carreras; la primera fue Ingeniería Superior en Informática en la Universidad Complutense de Madrid y luego Ingeniería Aeroespacial en la Universidad Europea. Laboralmente sabe que es “inviable” el que pueda quedarse en Talavera, pero si que entra en sus planes volver algún día a España, preferentemente “a algún sitio cálido que contraste con el actual”. Por supuesto, no se olvida de sus familiares, especialmente sus padres José Luis y María Josefa, o sus hermanos Marta y Jesús, así como de sus amigos, de los que de vez en cuando recibe gratas visitas, como podemos ver en la imagen junto al archiconocido Manneken Pis. Su gusto por el clima templado hace que se acuerde mucho del sol y del verano, porque “aunque realmente hace mucho menos frío de lo que la mayoría de las personas piensan, para alguien acostumbrado a las altas temperaturas es más difícil de llevar”, concluyó. También debe ser un gran apasionado este talaverano de la música, además de su país, y es que en la mesa de su despacho tiene nada más y nada menos que una foto de nuestro cantante más internacional: Julio Iglesias.
Nadie duda de la calidad humana que tenemos en Talavera, y después ya de nueve entregas de la sección 'Talaveranos por el Mundo' a nadie le cabe la menor duda de que hemos exportado a grandes talentos en muchas disciplinas del mercado laboral. Muchos de ustedes, señores/as lectores/as, seguro que no pierden la esperanza de que algún día vuelvan con todo su potencial a ocupar un hueco en esta maltratada y estancada comarca.