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“El Caso” de Televisión Española, la nueva serie vista por Joaquín Abad

El que fuera director del medio que ahora se lleva a la pequeña pantalla muestra sus reflexiones en este artículo de opinión.

David Martínez | Miércoles 16 de marzo de 2016
Sobre la nueva serie “El Caso” de Televisión Española

Por Joaquín ABAD

Hace muchos años, en la década de los 90, un conocido periodista que se desplazó a Almería, con un equipo de Tele5 para grabar un programa que dirigía Alfredo Amestoy a cuenta de una red mafiosa capitaneada por un conocido Juan Asensio Rodríguez, que Garzón había desmantelado, ya me indicó que El Caso, del que yo era director desde que Eugenio Suárez, su editor, me contratara en 1987, se merecía una serie televisiva o incluso una película cinematográfica para exhibirla en los cines españoles.

Parece que aquel deseo se ha hecho realidad, catorce años después, claro. El semanario El Caso que yo pisé, ubicado en el número 1 de la calle Covarrubias, con redacción amplia, despachos magestuosos, etc, tenía un ambiente de veteranos periodistas, verdaderos periodistas que novelaban los sucesos con magnífica facilidad. Se investigaba y se publicaban informaciones exclusivas, como fue, por ejemplo, la primicia de que Lola Flores podría ir a la cárcel por sus deudas con Hacienda. A los pocos días la prensa, radio y televisión se hicieron eco de la noticia, pero sin nombrar a El Caso, que había dado la primicia. Pero estábamos acostumbrados a que nuestras informaciones se arrojaran al pozo de la clandestinidad.

Confieso que cuando Eugenio Suárez me propuso dirigir el semanario, aconsejado por otro veterano como Pepe Mario Armero, tuve mis dudas. En aquellas fechas era director de un aguerrido diario almeriense, La Crónica, que como no era de la cuerda del Psoe, las exclusivas que dábamos, que eran muchísimas, el entonces Gobernador Civil de la Provincia, Tomás Azorín, las silenciaba y no salían de la provincia. Solía invitar en la sede del Gobierno Civil a la totalidad de corresponsales de prensa y radio, todos periodistas progresistas, y les convencía de que silenciaran los escándalos que continuamente publicábamos en La Crónica.

Quizá Pepe Mario Armero, que veraneaba en Almería, era un asiduo lector de La Crónica y aconsejó a su amigo Eugenio Suárez que me fichara. Almería, en la década 80-90 era como Sicilia. Donde una mafia capitaneada por un conocido empresario de nombre Juan Asensio, controlaba los bajos fondos: prostitución, droga, extorsion, protección. Hacía y deshacía a su antojo, pegaba paliza, atropellaba, incendiaba, asesinaba, pero aquello sólo se conocía en la provincia. Lo sucesos que continuamente publicábamos en La Crónica, y que nos recompensó con múltiples atentados, apenas tenían eco en los medio nacionales gracias al cordón sanitario que trazó el gobernador civil socialista.

La serie ElCaso se basa en temas publicados en su día por el semanario. Fueron hechos reales y lo que vimos en el primer capítulo se parece bastante a la realidad, aunque por supuesto el guionista debe exagerar algunos episodios para enganchar al espectador. Yo viví algunos episodios como el titulado “El carnicero yankee”, de aquel ingeniero americano de una fábrica de aviación que estando alojado en el hotel Mindanao mutiló a una prostituta y luego la arrojó por la ventana. Por supuesto que se marchó a Estados Unidos tras ser detenido por la policía española. La portada se elaboraban en una mesa de redacción donde todos participaban y hasta que no se daba con un buen titular nadie se levantaba.
Sobre la leyenda de que existían lectores fieles, doy fe. Estando una noche de agosto de 1990 en la redacción recibimos una llamada telefónica de una señora que nos informaba, muy excitada, que en su pueblo los hermanos Izquierdo estaban matando, disparando a toda la población, que estaban matando a vecinos. Que acudiéramos rápido a Puerto Hurraco. Por supuesto le dijimos que debía llamar a la Guardia Civil. “Si, ahora les llamo, pero venir rápido”, fue su contestación. Imagino que más adelante podré contar cientos de anécdotas vividas en el semanario de sucesos durante los años que me tocó dirigirlo, siempre con unos profesionales magníficos, vocacionales a los que les faltaba tiempo para desplazarse al lugar del suceso sin importarles si era de noche o de día, si llovía o nevaba.

El Caso no ha muerto, sí su edición impresa que se vendía en más de treinta mil kioscos españoles. Sigue en internet, www.elcaso.net, desde el año 2000, con sucesos de América, mucho más violentos y desagradables que los que conocí en España.

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