NACIONAL

“Es lamentable no poder hacer ni un regalo a tus nietos”

Redacción La Voz del Tajo | Martes 08 de marzo de 2016

Talavera de la Reina es la cuarta ciudad con mayor tasa de paro de todo el país, solo por detrás de otras tres en la provincia gaditana, y lejos de experimentarse una recuperación la ciudad sigue por encima de la barrera de los 13.000 desempleados mientras sigue perdiendo centenares de habitantes, lo que agrava aún más la situación. Con el testimonio de José Antonio Carretero conocemos como viven los parados de larga duración este drama, aunque en este caso con una psicología muy positiva y con la mirada siempre puesta en la formación, la reconversión y el regreso a la vida activa.

José Antonio Carretero Álvarez es un talaverano que acaba de cumplir 59 años y al que se considera un parado de larga duración después de que en mayo de 2011 fuera despedido de la empresa de construcción en la que trabajaba y en la que desempeñaba las labores de encofrador desde hacía años. Este talaverano está divorciado, tiene dos hijos y dos nietos -y otros tantos que asume de su pareja-, aunque comparte su vida con una mujer con la que va a emprender una nueva aventura profesional después de años de trabajo y empeño.

Aunque en el final de la pasada década se notaban algunos bajones puntuales, que a veces llegaban a los tres o seis meses, a partir del 2008 la caída de la construcción fue brutal y no ha habido regresión. Poco tiempo después de tener que irse al paro, se movió por activa y por pasiva ayudado por conocidos de sus compañeros, pertenecientes a una gran empresa que llegó a contar con una plantilla de entre 500 y 600 personas. “No había perspectivas, no las hay tampoco ahora”, reconoció a La Voz del Tajo.

Sin embargo, José Antonio no se amilanó y no dejó que su ánimo cayera en el ostracismo; “he tenido la suerte de que a nivel psicológico siempre he estado fuerte”, un hecho en el que ayudó el que se metiera de lleno en la asociación vecinal que hoy preside su mujer. “Me ha ocupado mucho tiempo, me ha distraído la mente y me ayudó a aprender otras cosas que no sabía que podría llegar a hacer”, resumió. Gracias a este colectivo aprendió informática, y llegó a enseñar a casi 1.500 personas mayores y jóvenes como colaborador de Ipeta (“si yo aprendí a hacer un curriculum siendo un encofrador, tú también”, decía a sus alumnos), asiste a los plenos municipales asiduamente, ha aprendido a pintar abanicos con greca cerámica y ha tenido en su pareja a la mejor maestra para convertirse en un buen cocinero.

“El tiempo de paro puedo decir que ha sido satisfactorio, he tenido tiempo de reciclarme y nunca lo habría pensado”, aunque reconoce que “el primer año lo pasas muy mal, luego te tienes que fortalecer mentalmente y buscar otra ocupación para estar activo y tapar las carencias que te deja la profesión”. Todavía recuerda como se veía a la construcción como un sector que no repuntaba: “te desanimas, cae en saco roto y ahora soy consciente de que es imposible que se recupere a corto plazo”, apostilló.

Sus primeros meses como desempleado fue difícil asumir y asimilar el día a día, especialmente el levantarse cada día más tarde de las 4.30 o 5 de la mañana. Pero pronto cambio el 'chip' y volvió a madrugar como antaño, aprovechando al máximo cada día y empleando su tiempo en aprender cosas nuevas y experimentar con iniciativas que nunca había tocado.

Ha visto como, hace años, Talavera se sostenía sobre puntales como la construcción, el textil, la agricultura y el comercio, aunque ahora todo ha sido arrastrado por una crisis generalizada. Su mayor confianza en esta tierra pasa por el sector primario, al que mucha gente joven está recurriendo para ganarse la vida; “hay que mejorar el regadío, modernizarlo y mecanizarlo; aquí si veo posibilidad de revitalizarlo”, sostuvo.

En referencia a los anuncios de la Junta, como el Plan Extraordinario de Empleo y el Plan Talavera y sus Tierras', aconsejó a las administraciones que acerquen posturas y que haya sintonía en sus esfuerzos porque “es necesario para una ciudad de estas dimensiones”.

Su consejo es claro para otros parados: “la mayor equivocación es dejarse llevar, hay que hacerse un esquema de vida, estar a gusto y buscar un escapa; no se tiene una retribución, pero lo fundamental es la persona”, argumentó. “Si estás saludable y activo mentalmente te va a facilitar la actitud en una entrevista y a enfrentar cualquier propuesta”, aunque reconoce que se está perdiendo un importante capital humano que está emigrando fuera de Talavera y de España por no encontrar una salida.

Después del paro, sigue percibiendo un subsidio de 420 euros y, de continuar así, luego llegará la jubilación forzosa a los 61 años. Pero todavía se ve con ganas y edad para cotizar hasta diez años más, teniendo en cuenta que “los últimos 15 son los que contabilizan para la jubilación”.

Pero él no se ha resignado y ha confiado en encontrar un trabajo. La idea surgió cuando una compañera del movimiento vecinal pensó que sería buena idea montar una lavandería. Su pareja, Isabel, tomó el guante de esta propuesta y realizó varias acciones como emprendedora, desde formarse, a buscar fondos y estudiar la viabilidad. En este apartado, nuestro entrevistado quiso agradecer la ayuda de la anterior concejala de Empleo, Marisol Luqui, así como del propio alcalde, Jaime Ramos, y reconoce que en su caso se han molestado por ayudar a unos talaveranos. “A nosotros nos han demostrado que les interesa Talavera”, explicó.

Tienen mucha ilusión invertida en este proyecto, que puede ver la luz el próximo mes de abril, y confían en poder contratar a más personas, ya que integrarán en el negocio los servicios de lavandería, tintorería, plancha, arreglos, incluso trabajos relacionados a domicilio.

PERSONAS REALIZADAS. José Antonio reconoció que “somos dos personas muy realizadas, nos sentíamos vivos y activos, y era lamentable ver que llegan cumpleaños de tus nietos y Navidades y no puedas hacer ni un regalo ni comprar un detalle porque no hay dinero o no da para más que necesidades básicas”, declaró.

Tras dar este paso adelante como emprendedores, su mensaje para otros parados es “que busquen y exploren; que con imaginación hay mucho todavía que inventar”, además de considerar que “hay que luchar por lo que crees, aunque las negativas sean constantes”. De hecho, recordó como las puertas no se abrieron a las primeras de cambio y hubo que llamar muchas veces hasta que consiguieron la financiación y la colaboración necesaria.

Su preparación mental ha sido tal que lleva tiempo asimilando este reto, aunque continuará madrugando como hasta ahora para prestar el servicio desde las seis de la mañana y hasta por la noche, y no dejar de lado a aquellos que necesitan de ello a primera hora de la mañana o al salir de trabajar, ya anochecido. Aunque todavía no lo ha dado forma, ya tiene en mente “el gusanillo de la solidaridad”, por lo que estudiará con Servicios Sociales la manera de ayudar a los que más lo necesitan prestándoles este servicio.


Noticias relacionadas