OPINIÓN

Reformismo y progresismo

La orilla derecha

Rafael de la Cruz | Viernes 04 de marzo de 2016
El PSOE y Ciudadanos han suscrito un pacto al que han denominado "para un gobierno reformista y de progreso" y en función a ese acuerdo, mañana día dos de marzo, Pedro Sánchez será votado como candidato a presidente del gobierno por el Congreso de los Diputados.

Me llama poderosamente la atención el grandilocuente nombre que han buscado para un acuerdo que no deja de ser un brindis al Sol, puesto que la mayor parte de las medidas acordadas o son de imposible cumplimiento sin el apoyo de un Pp anatemizado por el Sr.Sánchez, o simplemente quedan en postureo demagógico. Vivimos en un país que se muestra impasible contemplando como alguien pretende ser presidente del gobierno cueste lo que cueste, buscando apoyos del lado que sea, sin importarle que para alcanzar ese objetivo, deba hacerlo con un programa de gobierno o con su contrario y que negocia con Ciudadanos y pared con pared, en el mismo momento, con Podemos. ¿Es fiable alguien de esas carácteristicas?, yo creo que no.
Dificil creer en la existencia de un espíritu de reforma positivo cuando se manda al ostracismo a los representantes de mas de siete millones de votantes y quien así lo hace mantiene intocable ámbitos de poder salpicados hasta empaparse en la corrupción más absoluta. Postularse como adalid de la regeneración cuando se porta una mochila pesadísima cargada de todo tipo de irregularidades es un ejercicio de cinismo político en grado sumo y dar el apoyo casi incondicional a tamaño fraude al electorado convierte a quien lo da en cómplice de esas corruptelas.
Hablar de progresismo es no decir nada, decir tan poco como dice el actual Secretario General del PSOE y tan poco como el bagaje que presenta el líder de Ciudadanos. Dos creaciones de la telegenia y la demoscopia, auténticas esfinges sin enigma. Ecos de la nada. Políticos virtuales nada mas, lo que no salva de su responsabilidad a un Partido Popular enquistado por un liderazgo agotado y nada ilusionante para muchos españoles que confiaron en él, que reclaman que las ideas y la búsqueda de soluciones a los problemas reales, estén por delante de los personalismos y de los intereses mezquinos.