El matadero MATAJO, a quien el lunes se le abrió expediente por un vertido de agua tratada con evidencias de contener sangre, tendrá que limpiar la zona y restaurar el terreno próximo a la senda ecológica. Así lo confirmó la concejala de Obras y Servicios Públicos Medioambientales, Noelia de la Cruz, que estuvo acompañada por el jefe de Servicio, Carlos Triviño.
La situación en el entorno del matadero MATAJO, ubicado en el Polígono Industrial de Toledo, ya está normalizada después del escape de aguas residuales -con color sanguinolento- que tuvo lugar el pasado 25 de enero. Pese a toda la alerta que se formó en torno a este tema, las aguas, que estaban tratadas previamente, no llegaron en ningún momento al cauce del río Tajo.
Desde el Ayuntamiento de Toledo se abrió el correspondiente expediente para determinar las responsabilidades que correspondan, ya que el incidente se produjo coincidiendo con una avería en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) del polígono, cuyo funcionamiento se restableció con normalidad pocas horas después con una bomba alternativa.
De la Cruz informó de que la avería se produjo el día 24 en el sistema de bombeo de agua residual para su tratamiento en la EDAR de Santa María de Benquerencia y como consecuencia quedó inutilizada la entrada de agua a la planta; por ello, tuvo que habilitarse un sistema alternativo mediante una bomba externa que entró en funcionamiento a primera hora del día 25.
El Consistorio dio cuenta de la circunstancia a la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), que envió a sus técnicos para documentar el episodio y marcar las directrices a adoptar en este caso. También el mismo día se avisó a las empresas del polígono con mayor capacidad de producción de aguas residuales para que contuviesen o retuviesen sus vertidos a lo largo del día, mientras se disponía a poner en marcha el recursos técnico alternativo.
A media tarde del día 25 se produjo un rebose en los sistemas de retención de agua residual tratada del matadero MATAJO, que se canalizó hacia el exterior de sus instalaciones y derivó discurriendo por el paso exterior a la vía del AVE que hay en las inmediaciones. El vertido duró alrededor de dos horas aunque no llegó al cauce del río Tajo; sin embargo, la Patrulla Verde de la Policía Local levantó acta.
El Ayuntamiento de Toledo ha abierto el correspondiente expediente para determinar las circunstancias exactas y alcance previsto de las responsabilidades derivadas del incidente, de la misma forma que la recuperación física del terreno afectado. Los técnicos municipales han comprobado 'in situ' que la situación está normalizada.
POSIBLE SANCIÓN. La concejala no se pronunció sobre si habrá o no sanción, ya que primero “recogeremos el acta de la Patrulla Verde y lo veremos”. Sobre el suceso, Triviño recalcó que el rebose de agua vertida llevaba “una pequeña presencia cualitativa de sangre que dejó un rastro visual evidente y era muy difícil que desapareciera el olor”. El responsable del Servicio añadió que el vertido “en término de toxicidad, no es importante, porque el agua vertida es biodegradable, exenta de órganos sólidos, es prácticamente líquido”.