En este caso hay que utilizar el dicho ese que dice que ‘una imagen vale más que mil palabras’. En él podemos ver la captación de aguas del río Tajo desde el arroyo de Las Parras, un recurso que sirve para abastecer el riego de la zona del Canal Bajo del Alberche cuando el afluente del Tajo no tiene reservas y se toman aguas del río matriz.
Pero la fotografía habla por sí sola y, sin necesidad de realizar un análisis exhaustivo de las aguas, se pueden extraer varias conclusiones sobre la calidad del líquido elemento a simple vista. Según han expuesto varios vecinos de la ciudad a través de las redes sociales, el agua tiene mal olor, un color verdoso, contiene espuma y son evidentes una importante cantidad de residuos. Además, este lugar no está escondido, ya que se encuentra junto a la antigua N-V.