Desde el Cerro Medellín
Ventura Leblic | Miércoles 13 de enero de 2016
El problema principal de esta Nación, es la falta de cultura y a ello contribuyen todas las reformas educativas , especialmente las que suprimen horas de Historia y Filosofía.
No debe interesar mucho a los legisladores que los jóvenes conozcan bien su historia inmediata y la otra, tanto para evitar que se repita, como aprender a pensar. Así sucede lo que sucede. La reforma la hizo el PP, y a los otros también les vino bien. Muchos mozalbetes y conozco bien el percal, no creo que sean conscientes de quienes son unos y otros en el panorama político español. No me parece que tengan claro de donde vienen sus ideas, ni cuáles pueden ser las consecuencias de resucitar regímenes fracasados y rechazados por los males que causaron. Naciones enteras tardaron años y aún continúan su lenta recuperación de la pobreza y la desesperanza democrática. Esto es innegable. Hay que conocer lo mejor y lo peor que nos ofrece la Historia, y que no conociéndolo, no repitamos y volvamos para atrás.
Les cuentan que las dictaduras de izquierdas son las buenas y las de derechas las malas, muchos se lo tragan. Les prometen el paraíso y allá que van los benditos. “Esto hay que hacerlo reventar” me justificaba su voto un joven hace pocos días, sin calcular que el “reventón” no solo les puede afectar a ellos, a sus familias, a sus negocios, a las formas de vida, sino a la propia existencia de la Nación entera. Pero les deja indiferentes. Sin Historia en su mochila, se quedan sin referencia temporal , ni social del pasado. Sin Filosofía se quedan a merced del último aventurero que pretenda vender flores.
Cuando a causa del “reventón”, se desmoronen los principios sociales por los que se rigen las naciones civilizadas de occidente a causa de los extremos políticos de los que traen con disimulo la dictadura debajo del brazo, entonces “disfrutarán” de las “ventajas de la nueva civilización”, no solo utópica e inviable por si misma, sino perversa por los resultados. Y viéndolos venir y conociendo su historia, no los creemos muy recomendables para nuestra sociedad. Existen otras vías más moderadas que no son el pretendido “reventón”, para solucionar nuestros problemas. Cuando vemos en estos días que desaparece el respeto por las creencias y las tradiciones de los demás, por el pensamiento y la expresión libre de los demás, por la libertad de los demás, el “reventador” que ignora su propia cultura, quizá busque justificación en las consignas que ha recibido en su universo domesticado políticamente por la verborrea barata y vacía de quienes tienen más en común con las revoluciones que provocaron la miseria a millones de personas, que con las naciones modernas del siglo XXI. Entonces, Dios no lo permita, pasarán algunas generaciones para romper lo que ellos mismos en su ignorancia trajeron y partidos políticos ávidos de poder apoyaron , cayendo en la trampa del caramelo y del sillón, a cambio de prebendas temporales, que al final se quedarán sin ellas. ¿Cuánto costará que esta Nación vuelva a situarse en Europa en los niveles económicos actúale si la toman por asalto gran parte de la generación “reventadora” con la ayuda del partido socialista?. Un redentor de buen pico no es la solución, ni poner una Nación como España en manos de quienes pretenden destruirla y sustituirla con vejestorios modelos marxistas que llevan en sus genes, tampoco . Pero aún quedan jóvenes cultos, inteligentes y moderados en los que tenemos puestas las esperanzas.