Crónicas Políticas
Javier Rivas | Miércoles 13 de enero de 2016
Por mucho que parezca que el próximo domingo 20 de diciembre estaremos ante las elecciones con más opciones políticas sobre la mesa, lo cierto es que no.
Por un lado tenemos un presidente del gobierno que ha impregnado de la mayor indignidad posible al cargo, amparando a delincuentes, mintiendo a los españoles, incluso en sede parlamentaria y condenando a una generación a vivir en un estado de pobreza casi inevitable.
En cualquier país mínimamente decente, a un indigno como Rajoy, le habrían echado a patadas. Pero en España, lejos de eso, incluso parece que pudiera volverá ganar las elecciones.
Ya no solo es la corrupción generalizada, ocultada y defendida desde las más altas instancias del gobierno; ya no solo es haber dilapidado el fondo de las pensiones reduciéndolo a la mitad; ya no solo es por haber empobrecido a los trabajadores con salarios de miseria; ni siquiera por haber obligado a miles de jóvenes a abandonar España para buscarse la vida; Ya no por haber inyectado miles de millones a la banca privada mientras dejaba que miles de familias se sumieran en la desesperación; ni siquiera por haber retrocedido en derechos sociales y civiles a épocas tan remotas que ni se recuerdan. Lo peor de todo si cabe, es la miserable utilización de la propagando al mejor estilo de Goebbels, invocando una recuperación económica que supone la mayora mentira del gobierno que más ha mentido en la historia de la democracia de España.
Sin las políticas de Draghi bajando los intereses del dinero hasta la nada; sin la bajada estrepitosa del precio del petróleo que ha abaratado de forma considerable nuestra dependencia energética; sin la terrible crisis mundial que ha instaurado el terror en países con gran industria turística; sin todo eso que se ha compendiado en estos años, la situación de España sería de la más absoluta banca rota.
A pesar de todo, seguimos con los bancos reacios a dar créditos; con los combustibles y la electricidad más cara de Europa y con un sector turístico muy beneficiado por el miedo a otros destinos como el norte de áfrica y oriente medio. Pero nada se ha hecho en investigación y desarrollo; Nada en fomentar nuevas industrias y nuevos sectores productivos más estables y con futuro. En definitiva hemos perdido cuatro años en políticas liberales llevadas a cabo por una panda de ineptos supinos que han apostado todo a los beneficios que nos han llegado de fuera. Hoy España es más pobre, con una deuda del 100% de su PIB, con una población más envejecida y en retroceso; con derechos laborales y sociales bajo mínimos y con unas perspectivas miserables. ¿Me puede decir alguien cómo puede votar a quien ha engendrado tal desastre? ¿Nos hemos vuelto locos?
Por muy malos que sean las opciones de la oposición, nunca puede ser peor que el desastre infame de Rajoy y del PP. Y desde luego antes que caer en las manos de los advenedizos que prometen el cielo y la eterna primavera, considero muy seriamente, que la mejor opción pasa por opciones socialdemócratas, serias, con equipos competentes y con experiencia suficiente, como para devolver a España a la senda del futuro. No es tiempo para experimentar por ver qué pasa, ni de seguir en manos tan destructivas. Mediten bien su voto, pues nos jugamos TODO.