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Crónicas Políticas

Javier Rivas | Miércoles 13 de enero de 2016
Empezamos la campaña electoral y según el sondeo que publicó el CIS el jueves pasado, nos encontramos una provincia de Toledo con unos resultados cuanto menos sorprendentes. Según la encuesta del Gobierno, El Partido Popular pasa de 4 a 3 escaños su previsión.

El PSOE se derrumba y de los tristes 2 escaños que sacó en 2011, pasa a 1 y la gran sorpresa, Ciudadanos, irrumpe con fuerza y 2 escaños en la provincia.
Nuestra provincia tiene una larga tradición bipartidista, ya sea UCD yPSOE o PSOE y PP, pero solo una vez (en 1977) repartió escaños para 3 partidos(UCD, PSOE y AP) y nunca para más de tres. Estamos en una de las consideradas circunscripciones “pequeñas” que en teoría benefician al llamado “bipartidismo” y así ha quedado plasmado desde la desaparición del partido de Adolfo Suárez, repartiéndose los cinco (y ahora seis) escaños en liza entre los socialistas y populares.
El resultado, cuando eran 5 escaños, siempre fue ganar por la mínima bien unos o bien otros, y cuando aumentamos a seis tuvimos el empate a 3, salvo en la debacle socialista de 2011, donde por primera vez, uno de los dos ganaba claramente al otro, sacando el PP el doble de escaños que el PSOE (4-2).
Pero estas elecciones se antojan diferentes. Por primera vez no es todo blanco o negro (mejor dicho rojo o azul) sino que hay más colores con opciones: desde el naranja de Albert Rivera al morado de Pablo Iglesias pasando por el verde de Alberto Garzón o el rosa de UPyD. Pero esto es a nivel estatal. Parece que en nuestra provincia todos los sondeos descartan a las opciones más escoradas a la izquierda y también al partido de Rosa Díez, que todo apunta a que será extraparlamentario en dos semanas.
Es cierto que en la circunscripción de Toledo jamás ha sacado un escaño Izquierda Unida ni el PCE en los albores de la democracia, pero el ver a Podemos con dos asientos en el Parlamento Castellano Manchego y un casi 10% de votos, parecía que podría albergar algún diputado por nuestra tierra, pero ningún sondeo así lo indica. Los morados se desinflan y votarles a ellos se antoja como votar a Unidad Popular-Izquierda Unida, un imposible.
El PSOE parecía que podría aguantar o incluso recuperar algún escaño tras arrebatar Page el Palacio de Fuensalida a la ahora candidata Cospedal (que ha tardado menos de 6 meses en querer irse de nuestra tierra), pero la encuesta del CIS es demoledora para ellos, no solo no aguantan el peor resultado de su historia, sino que pierden un escaño más y serían superados (esto siempre según el CIS) por la gran revelación: Ciudadanos, que irrumpe con 2 escaños-
Bien es cierto que parece que en esta encuesta hay mucha cocina y que puede ocurrir como en el CIS de las autonómicas, donde se infló a Ciudadanos en claro perjuicio del PSOE y finalmente los de Albert Rivera no consiguieron ¡ni un escaño de los hasta 5 que les daban! y los socialistas pudieron gobernar con el apoyo de Molina (con Podemos el CIS si acertó).
No es de extrañar que los morados se desinflen, cuando en la ciudad más poblada de la provincia y en multitud de pueblos siguen sin tener representación y además en un tema muy sensible en tierras castellanas como el conflicto catalán, siguen con una indefinición que en el corazón de España, es demoledora, como ha sido para el PSOE.
Los naranja, con su activa presencia en el Ayuntamiento de Talavera, donde a pesar de darles la alcaldía han hecho que el PP pierda multitud de propuestas, así como tener concejales en muchos municipios(incluido Toledo) y pactar al PSOE la Diputación, hacen que este partido sea muy visible por toda la provincia y pueda conseguir la hazaña de superar al psoe.
Bien podría parecer que hay algo de “cocina sospechosa” en la encuesta del Gobierno para desalentar a las filas socialistas como pasaba en la de mayo, y que finalmente no ocurrió. El llamado “efecto naranja” puede que se desinfle o que produzca el sorpasso al PSOE y consigan una imagen de centro, recuperando el espíritu de la extinta UCD que tanto gustó por nuestra tierra. Lo que sigue sin cuadrarme es que el PP apenas pierda votantes de 2008 y solo los que arrebató al PSOE en 2011. La solución: el 20D.


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