El presidente de la Organización Impulsora de Discapacitados (OID), Dionisio González Otero, ha finalizado este jueves la huelga de hambre que inició el pasado 4 de diciembre, justo una jornada después de la conmemoración del Día Internacional de la Discapacidad. Según ha expuesto durante estos días, comenzó esta acción de forma paralela al desarrollo de la campaña electoral donde “los derechos de los discapacitados brillan por su ausencia”, recalcan en nota de prensa.
El presidente de la OID ha reclamado durante estos catorce días la atención de todos los partidos políticos contra una Ley del Juego “discriminatoria”, que sostiene, desde hace años, el monopolio del Estado y de la ONCE.
Catorce jornadas y más de 300 horas 'en pie de guerra' desde la sede central de la OID, sita en el Polígono Industrial Torrehierro, que han llegado a final debido al estado de salud de algunos familiares que le han acompañado en esta reivindicación en forma de encierro.
“He venido diciendo estos días de encierro que no iba a poner en peligro mi vida, y aunque tengo todavía fuerzas para continuar algunos días más, he decidido abandonar la huelga de hambre y el encierro en el día de hoy por el estado de mi mujer, que me ha acompañado estos días; y tampoco voy a ponerla en peligro”, expresó. Aún así, González ha querido enfatizar en su mensaje final que la lucha no ha terminado aquí: “que nadie dude que esta lucha va a seguir hasta que se cumpla la ley y el Gobierno central termine con el monopolio de la ONCE y así se haga justicia a los discapacitados de España y a la OID”, concluyó. Siempre bajo el lema #YosoyOID.
En declaraciones a La Voz del Tajo, durante la huelga de hambre, González declaró que su lucha es por los derechos de sus casi 4.000 trabajadores, una convicción férrea en los principios que se asientan sobre valores como la igualdad. De esta forma, exigió que “la ONCE no puede ser una organización extraordinaria y excluyente para los demás” y apostilló que “la Constitución ha refrendado la libre competencia y la Audiencia Nacional también, después de 134 resoluciones a favor”. La petición expresa para conseguir un sorteo propio -y así no depender de la ONCE-, también viene motivada en la prohibición de los monopolios, “tanto en letra como en espíritu”, desde Europa.
“Todos cabemos en la sociedad, que vivan y nos dejen vivir”, recalcó, al tiempo que definió esta guerra como “un abuso manifiesto e injustificado”. Además, en las resoluciones “se dice que el juego está despenalizado, no tenemos deudas en premios y hemos puesto en conocimiento de la administración nuestra actividad desde el minuto uno”, concluyó el presidente.