OPINIÓN

¿Talavera existe?

Desde la acera de enfrente

Rubén López | Miércoles 25 de noviembre de 2015
Leyendo a Luis Retana la semana pasada, me he visto muy reflejado en su columna. Desde fuera Talavera se ve apagada, triste, apesadumbrada, con ganas de que pase el tiempo y que quizás desde fuera alguien nos conceda una infraestructura que nos libre de la languidez permanente en la que nos vemos envueltos los talaveranos en el s.XXI y nos solucione la vida.


Desde que vino la democracia, y acabamos de cumplir los 40 años, Talavera ha tenido una oportunidad histórica de ser un eje imprescindible. Tenemos a un paso las dos capitales (Madrid y Toledo) y empezamos bien, pero nos han ido absorbiendo. Toledo crece y Talavera pierde habitantes cada año. Toledo tiene un AVE sólo para ella y nuestro AVE sigue coleando gracias a las mentiras piadosas que nos van diciendo para no enfadarnos los alcaldes de turno. Conseguimos algunas facultades de la UCLM y creyeron que era suficiente. Si hasta desapareció nuestro histórico Talavera CF ante la pasividad… ¡y eso que es el fútbol!


Empezamos el siglo creciendo a lo bestia, rodeando Talavera de chalets que ahora quedan como testigos del despilfarro. Tenemos un megalómano puente que todo el mundo critica en vez de adoptarlo como nuestro, ya que es de lo que más jugo podemos sacar aunque nadie sepamos de donde viene ni adónde cruza… Pero el remate ha sido la Plataforma Logística y ver las fotos de Cospedal y Ramos cuando sabían que era una mera pose, que no se nos concedería y por ello ni se molestaron en preparar los informes. Era otra mentira piadosa para que no llorásemos mirando al futuro. Claro: ha llegado la Consejera y ha flipado. Pero lo duro es leer al presidente de ACTE en este periódico decir que Talavera tiene unas debilidades manifiestas como son población y producción. Y entonces, ¿qué estábamos haciendo? Dediquémonos a algo que sea real. Fue leer todo, escuchar a los protagonistas y ver el dolor de tantas veces: hacer lo mínimo para aguantar. Como con el NO-Aeropuerto, o la semi defunción de la cerámica, la mentira de Senoble, la fantasmagórica comunicación por tren, la eterna promesa del AVE, el minicampus universitario o el lúgubre Mercado de Ganados.


Y ves los partidos, que no se renuevan, dirigidos por Toledo y cuyos cargos pasan de la diputación al ayuntamiento o recuperan alcaldes de los 90. Ves que hasta el «nuevo partido» que quería cambiar España de arriba abajo, en Talavera eligió un líder que rápidamente se fue a Toledo y nos abandonó. Solo Ganemos (esa IU renovada) entró con fuerza y juventud y la aparición de Ciudadanos, aunque los líderes de ambos optaron a irse también: una como líder autonómica y el otro en las listas al Senado). ¿Cual sigue siendo la sensación? Que Talavera no existe. O peor: que no tiene solución.


Pero sí la tiene. Talavera es una tierra fértil y bien comunicada, en la unión de dos capitales europeas, una ciudad joven y con un inmenso potencial que no puede seguir en la penumbra. No la vamos a dejar languidecer. Somos talaveranos con orgullo y decisión, con ganas de coger el testigo, de luchar por nuestra tierra y para que alguien de la edad de nuestro compañero Luis Retana, quiera quedarse aquí y no solo eso, sino que tenga motivos para ello.


Yo por ahora voy a seguir intentando lo que mejor sé: luchar por una ciudad más plural e inclusiva. Una Talavera donde todas y todos quepamos y viendo posibilidades de traer iniciativas que así lo consigan. Y no sólo desde esta columna que he empezado hace poco, sino con propuestas tangibles. Porque Talavera será lo que las y los talaveranos queramos que sea.