A solo un día de que se celebre el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la mujer, la Asociación Talaverana Contra los Malos Tratos hizo un balance del año 2015, así como un recorrido de lo que ha sido la última década y media en torno a esta lacra social que desde el año 1999 se ha cobrado 1.032 víctimas mortales, cifra global en la que se recuentan las 48 que se han producido en el curso presente.
La presidenta del colectivo talaverano, Josefa Rocamora, alabó el trabajo del equipo especializado de la Policía Nacional, aunque denunció que “cada vez tienen menos medios y más dificultad para tener vigiladas, custodiadas y controladas a esas mujeres que sufren violencia de género, con sentencias firmes y órdenes de alejamiento”. De hecho, la UPAP (Unidad de Prevención y Apoyo y Protección a la Mujer) se ha convertido ahora en UFAN (Unidad de Protección de la Familia, Mujer, Menores y Personas Mayores), lo que conlleva a que su carga de trabajo sea mayor por la ampliación de sus víctimas potenciales.
Este departamento siempre ha contado con tres personas y ahora son solo dos, por lo que “es imposible poder prestar el servicio que requieren los casos, máxime los más complicados”, expresó Rocamora, al tiempo que pidió una ampliación del espacio para este servicio y mejores medios tecnológicos. La presidenta recordó que la UFAP atiende diariamente a un centenar de mujeres, en las funciones de vigilancia, control y seguimiento.
La Asociación Talaverana Contra los Malos Tratos, que ya suma más de diez año de lucha por esta causa, también lamentó el servicio que se presta en el juzgado número 5, dedicado prioritariamente a la violencia de género. Así, lamentó que no se pueda preguntar allí las dudas y que la atención sea “rozando el desprecio” en ocasiones. Por eso, adelantó que solicitarán a través del Decanato un mayor compromiso, sensibilidad y empatía de los trabajadores y, de lo contrario, “que pidan el traslado”.
A su juicio consideró que la sala donde tienen que esperar las mujeres para las causas de violencia deben estar aisladas, al igual que reivindicó que las víctimas no deberían coincidir en ningún momento con los agresores, mayormente porque “la orden de alejamiento la tiene el sujeto, no ella”.
Sabedora de la concienciación social que existe y las constantes concentraciones, habituales ya en Talavera cada vez que hay un caso, reiteró que “se trata de casos de vida o muerte”.
En este orden, también hizo públicas las largas esperas a las que se tienen que someter muchas mujeres el día del juicio, con retrasos de hasta más de dos horas, un asunto del que responsabilizó a que “el juzgado número 5 es de todo menos de violencia de género”, llegándose al punto de que ante los nervios y ansiedad que sufren hace que algunas se planteen abandonar su lucha.
Respecto a la Casa de Acogida, recordó un caso en el que la mujer víctima se desplazaba en silla de ruedas por problemas de movilidad y fue imposible acogerla en este centro ya que solamente hay dos habitaciones adaptadas en Albacete, en el resto de la región ninguna más. Esta asociación puso este hecho en conocimiento del Ayuntamiento en octubre de 2014, aunque las competencias son de la Junta, pero más de un año después de esta queja no se ha solucionado nada. “La situación fue agónica”, rememoró, por lo que al final esta señora tuvo que alojarse en un hotel para ratificar al día siguiente una denuncia que interpuso en los juzgados de Talavera.
CASOS EXTREMOS. Tampoco se olvidó de recordar los casos en que, tras un divorcio, el hombre se niega a pasar la manutención, con el agravante de que llegan a renunciar al paro para no tener que compartir con su expareja los gastos de los hijos en común. De esta forma, Rocamora criticó la poca coordinación entre administraciones, ya que en ocasiones es la víctima la que da a conocer que éste está trabajando, lo que conlleva a la comprobación en Hacienda para luego dar fe de que se está incumpliendo el convenio regulador. “Así es la penuria del castigo a la mujer y a los hijos”, expresó muy emocionada.
HIJOS ASESINADOS. 1.032 víctimas asesinadas entre los años 1999 y 2015, 48 en lo que va de este año y 44 hijos e hijas con edades comprendidas entre los 4 meses y los 16 años. “Estos datos nos tienen que hacer pensar, la estadística es para asustarnos y la administración y agentes implicados tienen que tomárselo en serio”, expresó Rocamora. En esta línea, dijo no conformarse con que se le denomine como un 'asunto de Estado', ya que “ellas no quieren pagas, solo quieren vivir; por eso hay que poner los medios para que no haya ni una menos”.
Para este colectivo los acuerdos de estado son mucho “postureo”, cuando la realidad nos dice que hacen falta más medios, trabajo y compromiso; como psicólogos en los juzgados cuando llega una mujer, celeridad en los casos más graves y agónicos, como órdenes de alejamiento y otras medidas cautelares.
LA ASOCIACIÓN. En lo que va de año, esta asociación ha atendido a 220 mujeres que han sufrido malos tratos, 3 menores y 4 hombres. Rocamora habló del sector masculino, minoritario pero no menos importante, señalando que hay casos en los que “el hombre pone la espalda para recibir los golpes de ella y no incurrir él en violencia de género, situación que se agrava con el chantaje psicológico que sufren ellos por las amenazas de no volver a ver a sus hijos”, explicó la presidenta, añadiendo que “en muchos casos llegan los hombres completamente anulados, pero les quedan fuerzas para dar el paso de pedirnos ayuda”.
Datos de interés año 2015 (Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad)
La mayoría de las víctimas contaban con denuncia previa u orden de alejamiento.
Las fallecidas eran de nacionalidad española en un 62,5%.
El tramo de edad en el que más víctimas hubo se sitúa entre 41-50 años.
La existencia de convivencia conyugal era afirmativa en un 66,7%.
Todavía mantenían una relación de pareja en un 52,1%.
Cifras de agresores y víctimas (tramo 1999-2015)
- Las edades de las víctimas con más afectación: 21-30, 31-40 y 41-50.
- La media de víctimas extranjeras en los últimos años fue del 35,6%.
- Las edades de los agresores con más frecuencia: 31-40, 41-50, 51-60.
- La media de los agresores de nacionalidad extranjera fue del 24,4%.
- El total de víctimas entre 1999-2015 fue de 1.032.
- Las comunidades con más víctimas 99-15: Andalucía (210), Cataluña (159), Comunidad Valenciana (137), Madrid (115) y Canarias (70). En Castilla-La Mancha hubo 44.
- El total de las víctimas en lo que va de 2015 fue de 48.
- Las comunidades con más víctimas en el año 2015: Andalucía (10), Comunidad Valenciana (9), Cataluña (7), Galicia (6) y Madrid (3). Castilla-La Mancha ha habido 1.