NACIONAL

Golpe a la droga en Talavera y otros puntos

Irene González Moreno | Sábado 14 de noviembre de 2015

Efectivos de la Guardia Civil han desarticulado la banda conocida como 'Los Hilarios', formada por un importante y peligroso clan familiar asentado en Plasencia y que distribuía droga, especialmente cocaína, en la propia comunidad extremeña, Salamanca y Talavera de la Reina.

En total, como consecuencia de la brillante operación llevada a cabo por la Guardia Civil, denominada 'Aqueronte', han sido detenidas 20 personas, de las cuales seis han ingresado en prisión; se han investigado a dos más y se han efectuado una veintena de registros domiciliarios, según informa en un comunicado. Entre los detenidos figura un policía municipal de Plasencia, presuntamente vinculado a la organización criminal.

Las misma fuentes indican que con la desarticulación de esta banda se asesta un duro golpe al mercado de la droga en las provincias de Cáceres, Badajoz y Salamanca y la comarca de Talavera, en donde los detenidos traficaban; además, se les han imputado sendos delitos de pertenencia a organización criminal, tenencia ilícita de armas, blanqueo de capitales y falsificación de documentos.

En el operativo montado para desarticular la organización, participaron 260 personas, entre agentes de la Guardia Civil, 75 de ellos de unidades de élite procedentes de Madrid, y secretarios judiciales. También intervino un helicóptero y un furgón de traslado de los detenidos.

La operación se llevó a cabo el pasado mes de octubre. En total se llevaron a cabo 24 registros domiciliarios: 12 en la barrida de Gabriel y Galán y dos en el barrio de San Lázaro, ambos de Plasencia; siete en Malpartida de Plasencia; dos en Cáceres y uno en Talavera de la Reina.

En la operación los agentes han incautado más de 25.000 dosis de cocaína con una pureza cercana al 90 por ciento y casi 2 kilos de marihuana, además de una veintena de armas -un fusil de asalto, pistolas detonadoras, escopetas...-, algunas de ellas con un valor en el mercado superior a los 8.000 euros, y 5.000 cartuchos.

También se han intervenido ocho vehículos y todos los útiles necesarios para la instalación de una plantación extensiva interior de marihuana, entre otros efectos.

40 MIEMBROS Y 122 COLABORADORES

Según fuentes de la Guardia Civil, tras las primeras investigaciones realizadas, se detectó la existencia de una organización criminal asentada en el barrio Gabriel y Galán, de Plasencia, que traficaba con drogas, principalmente cocaína, en las provincias de Cáceres, Badajoz y Salamanca y la localidad de Talavera de la Reina.

La organización estaba formada por al menos 40 miembros de un numeroso grupo familiar conocido como el 'clan de los Hilarios', a la que estaban vinculadas otras 122 personas que desempeñaban diversos cometidos dentro de la red delictiva: información, distribución y labores de apoyo. Además, se servían de testaferros para blanquear el beneficio que les reportaba su actividad criminal.

Para el tráfico de drogas, la organización contactaba con su proveedor de cocaína procedente de países sudamericanos, con un elevado porcentaje de pureza, y que era trasladada a España oculta en vehículos de doble fondo. Una vez aquí, los miembros de la organización procedían ‘al corte’ de la droga para obtener mayor cantidad, abaratar su precio y acaparar el mercado, logrando así un mayor beneficio.

A continuación, escalones inferiores de la organización se encargaban de vender la cocaína cortada a clientes importantes, que adquirían cantidades entre los 500 y 1.000 gramos y que, a su vez, traficaban con ésta en sus lugares de residencia en las provincias de Cáceres, Badajoz y Salamanca y Talavera, desde donde se distribuía a la comarca.

MILLONARIOS EN VIVIENDAS SOCIALES

De los beneficios millonarios de esta actividad delictiva, una parte se repartía entre los miembros de la organización, otra quedaba como fondo de reserva para afrontar imprevistos -tales como falta de abastecimiento de drogas, pago de abogados, etcétera- y el resto se empleaba en la compra de inmuebles, a través de testaferros, algunos de los cuales tienen un precio que rondan los 500.000 euros.

Algunos de estos inmuebles eran vendidos dos y tres veces a otros miembros de la organización, con lo que conseguían blanquear grandes cantidades de dinero.

Pese a las valiosas propiedades que la mayoría de los detenidos han adquirido con el producto de su actividad criminal, algunos de ellos residen en viviendas sociales, pagando alquileres de 36 euros mensuales, aunque -eso sí- decoradas lujosamente, con muebles y enseres de gran valor, como pudieron comprobar los efectivos de la Guardia Civil en los registros realizados. Tampoco utilizaban vehículos de alta gama, para no llamar la atención.

La mayoría de los detenidos ya lo han sido en otras ocasiones por delitos relacionados con el tráfico de drogas, incluso alguno ha cumplido penas de prisión por hechos de la misma índole.


Noticias relacionadas